Ser la menor de 4 hermanas no es algo que le desee a cualquiera. A esto hay que sumarle el peso familiar que llevo a mis espaldas. Si mi vida no es fácil, lo es menos convivir en Hogwarts con tus hermanas y los Merodeadores y lo que es peor, ¿qué pa...
Hacia ochos días que había acabado el curso y habíamos vuelto a casa. Lily era la primera visita que recibía, aparte de Sirius. Más sorprendida no podía estar cuando descubro que Lily Evans piensa en casarse con James Potter a final de este verano
- ¿Te lo ha pedido?
- Me lo pidió en Hogwarts, después de los EXTASIS, pero no le dijimos nada a nadie hasta salir de Hogwarts... No veas como se puso Sirius cuando se enteró
- No me extraña. James es el mejor amigo de Sirius, un secreto así para el es como una puñalada
- ¿Tu también? – dijo burlona – empieza a pegársete lo de ser dramática
- ¿Dramática, yo? Sirius se ha llevado todos los puntos... Buah, es qué... cuando empezaste así la conversación casi me esperaba que estuvieses embarazada
- ¡______! Estoy hablando de boda, no de niños. Llegarán, pero más adelante. Además, quién sabe si tú y Sirius...
- ¿Qué? Ni en broma.
- No hablo de ahora. Ahora debes centrarte en tus estudios
- Pareces mi madre
- ¿También te habló de la boda?
- No, en decirme lo que tengo que hacer – me levanto del taburete y me aproximo a la ventana del jardín. Desde aquí puedo ver a Jade, Chelsea y Mark pasando la tarde en la piscina, ajenos a la conversación.
- No he venido aquí solo para decirte lo de la boda
- ¿Niño?
- No, _____, no hay niño. Es algo más personal– dice buscando algo en su bolso. Lily saca un paquetito de color dorado y me lo entrega.
Lo agarro con mis manos y al abrirlo, saltan unas chispas y un mensaje formado por humo se deja ver en el aire "Quieres ser la madrina?"
- ¿Es broma? – digo con los ojos muy abiertos mientras veo desaparecer el humo
- Para nada - dice una Lily risueña - ¿y bien?
- Pues claro – digo y salto a sus brazos
Lily me abraza con la misma energía que yo.
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Abro la puerta y tras ella veo a un Sirius radiante. No puedo evitar soltar una sonora carcajada que confunde a Sirius.
