50. Los hermanos Black

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- Buenos días y esas mierdas. – dijo James sentándose para desayunar

- Uy, esa boca – lo regañó Lily - ¿Estás nervioso por el partido?

- ¿Nervioso? Pues claro que no – contestó desordenándose el pelo

- Pues no lo parece – dijo Peter y James lo fulminó con la mirada haciendo que escondiese su cara detrás de una tostada

- Buenos días – Sirius se sentó al lado de James. Cogió una tostada y la untó con mermelada

- Estás muy callado – le dijo Lily a Sirius

- Estoy medio dormido... Alguien no dejó de dar vueltas toda la noche – dijo Sirius mirando de reojo a James

- Yo no soy el causante de que duermas mal de noche – insinúo James

- ¿De qué hablas? – le espetó Sirius

- Ya sabes de que te habló – dijo subiendo y bajando las cejas

- No seas estúpido –  Sirius entrecerró los ojos

- No soy estúpido, solo digo en voz alta lo que tú estás pensado – respondió James - ¿Quieres que lo diga? ___...

Sirius tapó la boca de James con su mano y este se la chupó con la lengua.

- Eres asqueroso – dijo Sirius riéndose y limpiando la palma de su mano en la túnica de James

- Sé que me adoras – dijo lanzándole un beso

- Sois de lo que no hay – dijo Lily bebiendo su café

- Te digo algo Evans – señaló Sirius mirándola - Eres como un patronus en medio de 100 dementores

- Cuando quieres, eres adorable – dijo ella con una sonrisa

Aunque hubiese partido de quidditch, eso no los eximia de los deberes y McGonagall lo sabía bien. Les había puesto bastantes pero a James, su mejor jugador, le dijo en voz baja que podría entregarlos un día después que el resto.

Así que Remus y Sirius se pasaron las horas libres antes del partido haciendo los deberes.

Remus y Sirius hacían los deberes y estudiaban en la biblioteca. Aunque sería más preciso decir que Remus estudiaba y Sirius, que es demasiado brillante para su propio bien, deja los libros abiertos, pone sus botas de motero sobre la mesa y pasa el rato atormentándole, tocándole el pelo.

Para cuando la joven Amery entra en la biblioteca en compañía de Seth y los encuentra decide acercarse a ellos. Sirius está plácidamente dormido en la silla, con los pies encima de la mesa, eso si, lejos de la mirada de la bibliotecaria.

- Bonito día para hacer deberes – dijo la joven Amery. Llevaba el pelo recogido en una trenza y se había puesto la túnica y la bufanda de Hufflepuff a pesar de que el partido era Gryffindor contra Ravenclaw - ¿Ya está en plan rebelde? – dijo mirando la postura de Sirius

- Sirius se rebela porque sí. Porque se aburre. Porque puede. Porque quiere. - dijo Remus burlón

- Te ha faltado decir que es mi forma de escupir en ese apellido desafortunado que llevo. Me gusta marcar territorio y enfadar a todo Black. – añadió Sirius y abrió su ojo derecho – Hola, nena

_____ se mordió el labio tras el comentario de Sirius y Remus apartó la mirada, un poco avergonzado de la actitud tan descarada de su amigo.  

- ¿No es hora de que bajéis al campo?

El legado de los Amery (Sirius Black y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora