El legado de los Amery (Sirius Black y tu)

16.1. HUFFLEPUFF💛

Ayer fue el día del orgullo Hufflepuff y como la protagonista de esta historia es Hufflepuff, pues he decidido hacer un mini capítulo dedicado a esta hermosa casa. (AVISO: Es como un capítulo añadido pero no lo voy a clasificar como capítulo 17 sino como 16.1)

Un saludo a todos los tejones y espero que disfrutéis del mini capítulo. Dentro de una semana subiré el capítulo 17 titulado "Sirius Black" y estoy feliz porque ya escribí la escena de su primer beso que espero que os guste (no ocurrirá en el siguiente capítulo)

AVISO antes de empezar a leer: hay un salto temporal hasta marzo de 1977, por tanto _____ está en 3º y Los Merodeadores en 5º. El capítulo 16 "Un curso lleno de novedades" ocurre en septiembre de 1976. 

HUFFLEPUFF

Los hufflepuff son descritos como buenas personas, justas, leales y suelen caer bien a todo el mundo. Son pacientes, tolerantes y siempre harán todo de forma honrada, sin hacer trampas y respetando las reglas.

La profesora Sprout lleva una semana preparándose para este día, además de organizar la excursión que tendrá lugar dentro de poco. El 20 de marzo era especial para los Hufflepuff, pero solo para nosotros.

Las demás casas, la mayoría de las veces fingían que no existimos porque se consideran más importantes y siempre van ellos primero. Sin embargo, los Hufflepuff sabemos anteponer las necesidades de otros antes que las nuestras y sabemos orgullecernos por los logros de las otras casas de Hogwarts, algo que la mayoría no haría lo mismo por nosotros.

El 20 de marzo bajé a la sala común de Hufflepuff. Allí, en una de las mesas se encontraban varios miembros de la casa: Amelia Bones, Amos Diggory, Edgar Bones y Zachary.

Amelia me llamó y me acerqué a ellos.

- Amery. Siéntate con nosotros un rato. Nunca te lo dije, pero la verdad me sorprendió que fueses seleccionada a Hufflepuff. Toda tu familia siempre quedó en Ravenclaw o en Gryffindor y tú has marcado la diferencia. Yo estoy muy contenta por tenerte como compañera

- Dinos, ¿la casa te sienta bien o crees que no das la talla? – preguntó Edgar Bones

- Siempre digo que somos nosotros quienes definimos la casa y no al revés

Me alejé de ellos, escuchando como Amos y Zacary se reían por haberle callado la boca a Edgar.

Otra cosa que les costaba entender a la gente era que  te desviaras un poco de la idea preconcebida de la casa a la que pertenecías. Si no eras lo suficientemente valiente, no eres Gryffindor. Si no eres lo suficientemente inteligente, no eres Ravenclaw. Si no eres lo suficientemente ambicioso, no eres un Slytherin. Y si no eres lo suficientemente amable y tolerante, no eres Hufflepuff.

Pues entonces nunca sería Hufflepuff del todo. Y sin embargo, yo me sentía todo lo Hufflepuff que debía ser.

Sabes que eres un Hufflepuff cuando prefieres que Hufflepuff sea la casa más menospreciada, porque los de Gryffindor se sentirían heridos, los Ravenclaw se preocuparían de que no fueran lo suficientemente inteligentes y los Slytherin pensarían que estaban fallando, o algo así. Hufflepuff puede manejarlo. Yo puedo manejarlo.

Por el pasillo, me crucé a Sophia que había decidido ponerse la bufanda a pesar que de que para estar en marzo hacia calor.

- Buenos días – dijo

- ¿Eso que llevas es pintalabios amarillo? – le pregunté

- Es un brillo con toque amarillo, sí – dijo Sophia contenta y me agarró del brazo – ¿Sabes cual es mi teoría favorita de Hogwarts? Que Salazar Slytherin creó la cámara secreta, Helga Hufflepuff creó la sala de menesteres, una sala dispuesta a ayudar a cualquiera, sin importar su casa o edad; Rowena Ravenclaw creó las escaleras y Gryffindor la sala del director/a

- ¿La sala de los menesteres?

- Sí, algunos libros sobre Hogwarts hablan de ella pero ninguna señala donde está. ¿Interesante, verdad? Una sala que viene y va

- Lo sería aún más si se pudiese demostrar que existe – respondí

Por el camino, nos encontramos a Steven, uno de nuestros compañeros, acariciando un gato que pasaba por allí.

- De quién es ese gato, Steve?

- Ni idea – respondió – Pero me encantan los animales

- No dirás lo mismo cuando veas un dragón – le respondió Sophia

- Que no te escuche eso Hagrid – respondí

- Le escuché decir a Sprout que les mandó a los elfos preparar unas tartas distintas a las que nos ponen en el Gran Comedor para esta tarde. Estoy deseando probarlas – dijo Steve. La expresión de Steve que mostraba felicidad cambió a una de terror.

Sophia y yo nos giramos y nos encontramos a Mulciber, Berthram y Snape caminando hacia nosotros.

- Oh genial! – susurró Sophia

- Mira a quien tenemos por aquí – dijo Mulciber

- ¿Qué se te pierde? – le pregunté

- Uhhh, Amery. Como te gusta llamar al peligro. No querrás que arruine tu día. – Mulciber miró detrás de mi y una sonrisa malvada apareció en su rostro - Supongo que solo lo dices porque tienes quien te defienda.

Miré hacia atrás y vi a Sirius acompañado por Jade, ambos mirando la escena desde lejos pero con las varitas en la mano.

- No necesito a nadie para defenderme, gracias. No creas que los Hufflepuff no somos capaces de defenderse a nosotros mismos, pues te equivocas.

- No perdamos el tiempo con esta traidora de sangre – le dijo Severus

- Te atreves a llamarme traidora de sangre cuando tú eres igual? - le dije a Severus y este enfadado sacó la varita pero Berthram lo detuvo.

- No es necesario Severus. Te está picando por lo que le dijiste a la sangre sucia de Evans. Mejor vámonos – le dijo y los tres se marcharon aunque perfectamente escuchamos a Berthram decir: - ¿Día del orgullo Hufflepuff? ¿De qué están orgullosos, de ser los más inútiles de todo el colegio?

Me di la vuelta dispuesta a enfrentarme a él pero Sophia y Steve me detuvieron

- No merece la pena – me dijo Sophia - Si lo haces Sirius y Jade se unirían y al final no sería una pelea por defender Hufflepuff sino para demostrar quién es mejor mago. Además, somos de 3º y ellos de 5º y 6º. No sería una pelea en igual de condiciones.

- Sí, mejor vayámonos y disfrutemos de nuestro día – dijo Steven

- Sí, mañana será el día Slytherin y no habrá quien los aguante en clase de Pociones – nos recordó Sophia y los tres nos reímos

Mientras los tres Hufflepuff volvían a su sala común para disfrutar del día del orgullo Hufflepuff con sus demás compañeros, Sirius y Jade miraban a tres alumnos que se habían intentado enfrentar a unos alumnos de Slytherin más mayores que ellos, con todas las posibilidades de perder pero con la certeza que hacerlo por defender a su casa. 

- Desde que conozco a tu hermana, me espero cualquier cosa de un Hufflepuff. – dijo Sirius y Jade le dio la razón, orgullosa de su hermana

Feliz día del Orgullo Hufflepuff 💛🖤