╭─────•☪•─────╮ Tsukishima es el tipo de vendedor de ropa que te daría su opinión de lo que llevas puesto, aún si no se la pediste ╰─────•☪•─────╯
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Unas amigas de la universidad estuvieron muy insistentes en ir a la nueva tienda de ropa que acababa de abrir hace poco en el centro comercial cerca de su facultad.
Estabas algo molesta por que todavía quedaba tarea pendiente por hacer y no querías atrasarte con tus entregas pero mientras tus amigas analizaban la tienda completa viste unos pantalones anchos y una blusa de manga larga que te encantaron.
— Oye ¿Puedo ir al probador? Quiero ponerme esto —preguntaste a una de las chicas luego de tomar las prendas.
— ¡Claro! Te acompaño —ambas caminaron hasta los probadores y te metiste en un cubículo para poder ponerte la ropa.
Te viste ante el espejo del probador después de ponerte la ropa y giraste varias veces para poder ver el conjunto desde varios ángulos. Hiciste una mueca mientras seguías girando, no te quedaba mal pero no estabas segura.
Abriste la puerta y caminaste por el pasillo hasta la entrada de los probadores con la idea de que te de una opinión tú amiga pero no la encontraste cerca de la zona. Estabas segura que seguía revisando los ganchos de ropa. Te asomaste ligeramente en busca de la chica y suspiraste cuando no la encontraste.
— ¿Qué llevas puesto? —casi diste un brinco por el susto de escuchar una voz desconocida en medio del silencio. Volteaste hacia atrás viendo como un empleado de la tienda salía de un puerta de "solo personal autorizado".
— Eh... ¿Disculpa? —preguntaste pensando qué tal vez habías oído mal.
— Que no combina nada lo que traes puesto, se te mal, no te favorece
Soltaste un "ah" ante las frías y directas palabras del rubio frente tuyo. Querías una opinión pero no tan fuerte.
— ¿Se le permite hablar así a un cliente? —pensaste mientras lo veías rebuscar en el colgador de ropa que había al principio del pasillo.
— Mejor ponte esto —Tsukishima te lanzo un vestido de punto de manga corta, era suave y de un color claro— Eso quedara mejor con la manga larga
Aun confundida por su actitud agarraste el vestido y lo llevaste junto contigo al probador para ponértelo. Para ti sorpresa combinaba perfectamente con la blusa por lo que decidiste llevártelo.
— Otro cliente satisfecho —dijo para sí mismo Kei cuando vio que salías de la tienda junto con tus amigas con bolsas en la mano.
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