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La alarma sonó según su hora programada, haciendo un ruido escandaloso, logrando que Kei se despertara. Con mala gana movió su mano y, a ciegas, apretó varias veces en diferentes partes de la pantalla hasta conseguir apagar el molesto ruido, dejando abruptamente un silencio en su habitación.
— A empezar el día —pensó mientras miraba el techo del cuarto. Suspiró con pesadez, intentando darse motivación para salir de la cama. Se dió una ducha rápida y se vistió con el uniforme de la escuela antes de bajar a la cocina donde se encontraba su madre preparando el desayuno.
— Buenos días, Kei —saludó su progenitora.
— Buenos días madre —respondió de vuelta mientras estiraba su cuello y daba un último bostezo.
Ambos se sentaron en la mesa del comedor, comiendo algo rápido el desayuno y platicando un poco de los planes del día. Cuando terminaron lavaron los platos y Kei subió una última vez para cepillar sus dientes y agarrar su mochila.
— Hoy hace algo de calor —pensó luego de salir de su casa, todavía era temprano pero se sentía una brisa caliente en el lugar. Decidió no concentrarse en eso y empezar a caminar para poder llegar a tiempo a su clase.
A los pocos minutos decidió ponerse sus audífonos y escuchar algo de música, hasta que encuentre a Dai o Yamaguchi. Apretó el botón de aleatorio en su reproductor y una tranquila melodía empezó a sonar.
— Mh... ¿de donde habré escuchado esta canción? —se cuestionó, se le hacía algo familiar pero no la reconocía. Tampoco le tomo mucha importancia, solo disfrutaba un poco de buena música para callar el ruido exterior, hasta que una voz atravesó entre el sonido.
— ¡Tsukki! ¡Buenos días! —gritó Yamaguchi cuando se acercó al rubio. Este respiró profundo y soltó un suspiro antes de ver al pecoso.
— Yamaguchi haces mucho ruido —se quejó, aun así se quito los auriculares para poder escuchar las palabras de Yamaguchi.
— Je, je, perdón Tsukki —se disculpó el pecoso soltando risitas— ¿Que escuchabas? Me pareció oír algo de música.
— Ah... —el rubio dio un rápido vistazo a tu reproductor para poder contestar la pregunta— Goodbye.
— ¡¿Bo Burnham?! —exclamó emocionado Yamaguchi— Dicen que va a venir próximamente a dar un concierto por aquí ¿Podemos ir a verlo con Dai?
— Ya recuerdo de donde —pensó Tsukishima mientras oía parlotear a Yamaguchi del cantante y de su gira.
