ETERNAL LOVERS | Druig; Thena ¦ TERMINADA

06 ⇉ to try

ੈ✩‧₊  06 — intentar  ₊‧✩ੈ

La noche llegó, al igual que las fiestas.

—Eso fue muy increíble —alabé a Sprite cuando se sentó junto a mí. Ella, con su poder de crear cualquier tipo de ilusión, le había contado una historia a los humanos.

—Vi lo que hiciste —comentó Gilgamesh llegando a donde estábamos, empujando a Kingo contra mí, haciendo que empujará a Sprite también.

Al final terminamos muy apretados, rogué por ayuda que nunca llegó. Entonces, opté por seguir a Thena.

"No lo hagas", advirtió una vocecilla en mi cabeza, pero no la obedecí.

—¿Por qué me sigues, Eda?

—Creí que me escondía bien —mascullé enojada conmigo misma.

—Yo creo que no —me contradijo volteando hacia mi dirección. Me habían descubrido—. No eres muy buena escondiéndote, o disimulando.

—¿A qué te refieres, T? —pregunté un poco intrigada. Según yo, era buenísima disimulando.

—Aquella vez en Mesopotamia, la primera vez que peleamos juntas por la Tierra, lo noté.

—¿Notaste...? ¿Notaste qué? —pregunté un poco nerviosa. Lo último que me faltaba era que me diga que había notado mis miradas.

—Tus miradas.

Demonios. Plan B; huir.

—No huyas por favor.

¿Es que acaso podía leer mi mente o qué?

—En realidad, no, pero cuando te pones nerviosa dices todo en voz alta.

Traté de no pensar, para así no decir nada. Pero a los segundos, noté que me estaba faltando el aire. Creo que había hecho las cosas al revés.

—Thena, yo... Mira, no es nada. Somos buenas amigos y eso no-

—¿Te causa miedo ese sentimiento? —me interrumpió. Al principio no entendí, aunque en realidad, no terminé de entender—. Amor, Eda. ¿Te da miedo amar a una mujer?

—¿Amor? —pregunté con las mejillas totalmente encendidas. Por suerte el lugar en el que estábamos contaba con poca luz—. Yo no... ¿Amor?

Seguía procesando. Sólo conocía el amor entre familia, pero sabía que Thena no se refería a eso. Entonces, ¿a qué tipo de amor se había referido?

—Eda, sólo di que no lo sientes y todo olvidado. No tienes porque alargar las cosas —dijo, y noté en su voz un poco de desilusión y tristeza disfrazados de fastidio.

Ella se iba. En un acto totalmente espontáneo, tomé su brazo para evitar que me dejará. Era momento de dejar de fingir que no ocurría nada dentro de mí cada que en el reflejo de sus ojos me veía, pues eso significaba que yo había llamado su atención, lo que me emocionaba como a una tonta.

—Yo no... entiendo bien qué es el amor —confesé un poco avergonzada—. Veo a algunas personas darse besos, y decirse que aman, pero no... No termino de comprender.

—Amor es exactamente esto —dijo luego de un silencio que me parecía interminable—. Lo que sentimos —tomó mi mano, produciéndome corrientes por todo el cuerpo, haciendo que sintiera algo extraño en mi estómago.

Me quedé inmóvil, muda, no lo podía creer. Thena, la increíble Thena, gustaba de mí. Me... Quería. Thena me quería, ¿cómo era eso posible? Jamás había visto a una pareja de dos mujeres, jamás creí que podríamos ser una pareja fuera de mis sueños, en la vida real.

—Eda, no tienes idea lo que mucho que este sentimiento me ha estado carcomiendo, matando lenta y silenciosamente. No lo notabas, y lo entiendo. No he sido un abriera con mis sentimientos por miedo. Pero mis miradas hacia ti son una prueba de mi interés, mis sueños en los que tú iluminados son la prueba de que te quiero, mi distracción al admirarte es prueba de que sólo puedo fijarme en ti.

—Alto —pedí, tomando su otra mano—. ¿Tú distracción era causada por mí? —cuestioné, esbozando una pequeña sonrisa—. En toda mi existencia jamás pensé que la causa de tus descuidos, había sido yo —dije con voz suave, sintiéndome enamorada—. Esta confesión debe estar impresa en todas las paredes, por favor —bromeé por último.

Thena soltó una pequeña risa, fascinando a mis oídos. —Si no me gustarás tanto, te golpearía, ¿lo sabes?

Me callé completamente. La noche sí que me traía sorpresas, y muy agradables. Pero, también traía verdad, verdad que debía tener siempre presente para evitar confusiones, problemas.

—En realidad no lo sé —dije, tomando el valor—. Y creo que es claro que no sé nada acerca del amor, ¿tú crees que haríamos bien al tener una, una relación?

—Sí, por supuesto que sí—contestó con mucha firmeza—. Escucha, no voy a dejar que deseches todo lo que ocurrió esta noche como si no valiera nada. —Traté de volver a hablar, pero por supuesto no me lo permitió—. Inténtalo. Danos una oportunidad, Eda. Date la oportunidad de experimentar amor y crear una bella historia, nuestra historia.

¿Dudé? Sí, por supuesto. ¿Hice el intento? Por Thena, claro que sí. ¿Salió bien? Eso dependería de la perspectiva en la que se lo viera. ¿Me arrepiento? Por todos los Celestiales, nunca.