》♟ •˖* AMANTES ETERNOS ¦ «No puedes matar a quien nunca ha estado vivo, y te quiere destruir»
Eda, diminutivo de Edith, que significa botín de guerra, aquello tan preciado por lo que se puede iniciar las peores guerras, por lo que 𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴 matarí...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ੈ✩‧₊ 01 - caer ₊‧✩ੈ
Eda había caído en un hoyo, en uno muy oscuro y solitario. Si bien Ajak y Phastos habían decidido llevársela con ellos al momento de alejarse de los demás Eternos, Eda se sentía muy sola, sin vida o propósito. Caminaba por todos lados, tarareando una que otra canción que había escuchado en el pasado, en las fiestas que había compartido junto a los que habían sido su equipo.
-¿Puede regalarme su bebida, amable señor? -le preguntó Eda a un vagabundo arrodillándose frente a él.
-¡Eda! -gritó Phastos aterrorizado, haciendo que el vagabundo escondiera su botella de licor nuevamente-. Por Arishem, ¿qué es lo que estás haciendo?
-Converso con mi amigo, ¿no ves? -cuestionó Eda como si fuera obvio-. Oye, déjame, aquí estoy muy agusto.
Phastos había empezado a arrastrarla lejos de la aldea, ignorando cualquier queja.
-No quiero estar aquí, es aburrido -volvió a decir mientras entraban a la casa-. Oh, hola, Sprite... Ikaris... Y Seri... ¡Mis queridos traidores, que pesadilla verlos!
Los tres fruncieron el ceño, Ajak, que también estaba en la sala, llevó su mano hasta su frente, apenada.
-¿Qué es lo que le ocurre? -preguntó Sprite en voz baja, viendo como Eda abrazaba a Sersi.
-Últimamente bebe mucho -le respondió Ajak en un susurro también, no quería que Eda escuchará para luego desmentir lo que era cierto.
-¿Y cómo sigue la vida de casados?
-Bien -respondió Ikaris tratando de no respirar por el mayor tiempo posible, el aliento de Eda no resultaba muy agradable.
-Sí... Yo quería casarme -comentó sentándose entre Sersi y su esposo-. Pero la novia escapó con la ayuda de una de mis mejores amigas, así que...
-¿Estás bien? -expresó Sprite su sincera preocupación sin poder aguantar más. Jamás la había visto en ese estado. En realidad, antes de esa época nadie la había visto así.
-¿Yo? -cuestionó señalándose-. Sí, genial, claro. ¿Por qué estaría mal? Pff, lo que me paso no es nada -fingió bienestar añadiéndole a sus palabras una sonrisa-. Estoy super bien, y de seguro Thena está igual, ¿no?
Todos guardaron silencio, ellos sabían que el estado de Thena, no era muy bueno. En todo el año que había pasado, sus decaídas habían sido constantes, haciendo que atacará a cualquiera que osará detenerla.
-¿Saben qué? No me digan, no me interesa, que haga lo que desee. En fin, ya no es mi problema -dijo antes de levantarse e ir hasta la cocina para tomar una bebida alcohólica. Al probarla, una mueca se pintó en su rostro-. Que asco, ¿ya se acabaron las buenas bebidas, acaso?
-Eda, tú te has encargado de vaciar todo nuestro bar.
-Oh -articuló ella ante las palabras de Phastos-, bueno, descriminar es malo -comentó llevándose el pico de la botella a sus labios-. Esto es por ustedes -dedicó causando confusión en los Eternos, pues no lograban saber si Eda lo había dicho culpándolos o no-. Bueno, si me disculpan, tengo algunas cosas que hacer. Quizás tirarme de alguna montaña, los veo luego.
