》♟ •˖* AMANTES ETERNOS ¦ «No puedes matar a quien nunca ha estado vivo, y te quiere destruir»
Eda, diminutivo de Edith, que significa botín de guerra, aquello tan preciado por lo que se puede iniciar las peores guerras, por lo que 𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴 matarí...
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ੈ✩‧₊ 02 — noticias ₊‧✩ੈ
Un grupo de seres inmortales, y humano, llegaban a la tierra de la Amazonia, esperando encontrar a las personas que los ayudarían a solucionar sus problemas.
Druig fue el primero en notar que estos viejos y peculiares amigos estaban en su hogar, yendo a recibirlos.
—Cuanto los extrañé —les dijo a los Eternos cuando se detuvo.
Pero antes de que pudiera continuar, las puertas de la cabaña en la que antes descansaba fueron nuevamente abiertas, esta vez por una mujer de ojos marrones y cabello de igual color que parecía caminar en cámara lenta hasta los recién llegados gracias a Sprite. En el rostro de Druig se formó una sonrisa al volver a pensar en lo bien que se veía estando con su ropa hogareña y melena amarrada en un informal moño. Por otro lado, en el rostro de una rubia lo único que había era sorpresa, jamás hubiera pensado que volvería a ver a Eda y su intenso brillo.
—Y bien, compañeros, ¿qué los traído aquí? —preguntó Eda con interés, repasando con la mirada a cada uno de los Eternos. Notó la presencia de Ikaris, Sersi, Sprite, Kingo, un hombre más bajo, Gilgamesh y una mujer desconocida.—. ¿Por qué han osado interrumpir nuestro maratón de "Tres por Tres"? Hablen ahora o les cortaré la cabeza.
—¿Ves muchas películas, verdad? —preguntó Sprite con una ceja levantada, haciendo que Eda asintiera con una sonrisa que dejaba de lado su seriedad.
—No queremos arrebatarte tu sonrisa —empezó a decir Sersi con un arrepentimiento inevitable—, pero los motivos que nos trajeron aquí no son nada positivos.
Eda volvió a cambiar de expresión, formando una dura línea con los labios al captar que aquella visita no sería la más agradable que iba a tener.
—Podemos botarlos si deseas —le propuso Druig intentando proteger su bienestar.
Eda se quedó en silencio un segundo, pensando en que nada podría ser tan malo, por lo que accedió: —Dejemos que hablen.
—Entonces pasen... Pasen, están en su casa —les dijo el azabache a los Eternos antes de dirigirlos, junto a Eda, al interior de la cabaña más grande.
Al entrar empezaron a inspeccionar la cabaña, viendo que habían filas de ocho sillas a cada lado, formando dos columnas. Aunque en una de estas un árbol se interponía, reduciendo la cantidad de asientos. Los colores del interior de la cabaña variaban del amarillo al azul, con ventanas cuadradas o en forma de rombo en las partes más altas.
Todos tomaron asiento, menos Ikaris, que se quedó en la pared. Sersi, desde la silla del frente, empezó a informar sobre todo lo que había ocurrido, ya le había contado a la pareja sobre la muerte de Ajak, ocasionando la huida de Eda y su reencuentro inesperado con Thena. Situación que se vio interrumpiendo por Druig al ir por su novia. Cuando todos volvieron a entrar, Eda y Druig permitieron que Sersi continuará, creyeron estar listos para seguir escuchando.