04 ⇉ tension

1.6K 195 18
                                    

ੈ✩‧₊  04 — tensión  ₊‧✩ੈ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ੈ✩‧₊  04tensión  ₊‧✩ੈ

—¡Un Desviante casi me asesina, Ajak! —se quejó Kingo, entrando detrás de su líder

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Un Desviante casi me asesina, Ajak! —se quejó Kingo, entrando detrás de su líder. Su cara podría mostrar verdaderamente molestia, al igual que el rostro de Ajak un fuerte cansancio—. ¡Ni el Domo es seguro!

—Kingo, el Domo es lo más seguro que hay por estas épocas —comentó Eda desde el suelo. Druig le había asegurado que estirarse en el piso era una manera de liberar tensiones, y vaya que esperaba que funcionará. Las cosas se habían puesto un poco incómodas con una rubia de preciosos ojos azules—. Ya cálmate, sólo fue un pequeñito Desviante.

—¡Eran cinco de ti, enana! —siguió gritando Kingo, exasperado.

—¡No soy una enana! —contraatacó, intentando levantarse del suelo, siendo detenida por una bola de papiro lanzada por Druig con dirección a su cabeza—. Ya entendí, no me levanto.

Eda comúnmente no obedecía a Druig, pero la situación lo ameritaba. Necesitaba relajarse si quería volver a ver a Thena sin sonrojarse pasado los segundos. Algo común, como mover los labios al hablar de cosas triviales, o el movimiento de su cabello frente al río Nilo, la estaba desquiciando, y más porque Thena parecía no notarlo. Ella la trataba con naturalidad, hasta había ocasiones en las que salía de nadar sin importarle que Eda viera su cuerpo a totalidad por la transparencia de la tela que la cubría. La estaba enloqueciendo.

—Eda —llamaron una vez más, haciendo que diera un largo suspiro por las tantas veces que la nombraban en ese día.

—¡¿Qué?! —respondió de manera brusca, pues ya no lo soportaba—. Por todos los dioses egipcios, ya paren.

—Eda, abre los ojos. Es Thena —anunció Druig con un tono divertido y sonrisa que aumentó aún más al ver el rostro avergonzado de la castaña.

Eda se levantó de inmediato, escuchando sonar a su espalda. —Yo... auch. Eh... yo, es que... Kingo, él... Agh.

—No pasa nada —le aseguró Thena al ver su rostro sonrojado, con una maliciosa sonrisa por verla de esa manera a causa de ella—. Solo venía a avisar que unos egipcios buscan cenar con nosotros.

ETERNAL LOVERS | Druig; Thena ¦ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora