ੈ✩‧₊ 07 — paraíso ₊‧✩ੈ
Los días pasaban con lentitud, y más para Sersi, que no podía con la emoción que el pronto suceso le causaba; su boda. Eda le había ayudado con todo, a conseguir su vestido, a decorar el lugar en el que ella y Ikaris se casarían, a encontrar el hombre que oficializaría la boda, a mantener al novio tranquilo para que no se robará a la novia en medio de la noche y se casarán a escondidas.
—Sersi, por todos los Celestiales, ya cálmate —le ordenó Eda, terminando de arreglar su velo.
—¿Cómo me veo?
—Bien —contestó Thena recostada a lado de la puerta, un poco ausente. Ella estaba más interesada en mirar a la vidente que a la mismísima novia, aunque Eda no lo notaba, pues estaba muy concentrada en su trabajo de asegurar que todo salga bien.
Eda había decidido llevarse a todas las damas a una ubicación secreta, pues no confiaba en el auto-control de Ikaris, sospechaba que él iba a querer ver a su pareja de una manera u otra, algo que traería mala suerte. Los hombres, por su lado, seguían en el domo.
—Thena tiene razón, aunque se quedó corta. Te ves muy preciosa, Sersi —halagó Ajak desde su asiento. Ella llevaba un pañuelo en su mano, por si lloraba, algo que ocurría muy seguido por los últimos días.
—¿Sprite? —preguntó Sersi al no obtener algún comentario de ella. Realmente quería la aprobación de todos los Eternos, pues su preocupación era grande y su familia muy importante.
—Te ves... Muy linda —contestó cabizbaja.
Eda la miró, ella sabía que, aunque su compañera de equipo tenía aspecto de adolescente, era una mujer y tenía la capacidad de amar, el problema era que su corazón había elegido al ser incorrecto para ejercer ese sentimiento.
—Ya es momento de irnos. Ikaris me matará con sus ojos si no te llevo ya, literalmente —comentó, rompiendo el silencio. Empezó a empujar a Sersi por los hombros, notando que estaba tensa. Suspiró—. Todo saldrá bien, Ser, sólo relájate y disfruta. Al final del día, aunque algunas cosas salgan mal, estarás casada con el hombre que amas.
La Eterna que era capaz de controlar la materia, asintió más tranquila por las palabras de su amiga Eda.
Las cinco salieron, encontrándose a Makkari fuera de la casa, estaba cerca a un pequeño niño que era acompañado por su hermano mayor, quien aparentaba unos veinte años. "¿Ya están listas?", preguntó al verlas.
—Sí, al fin —respondió Eda en voz alta y con señas—. Deja a tu conquista y vámonos, puedes volver luego.
Ambas se sonrieron cómplices, Makkari se despidió y se fueron.
Momentos después, Ikaris y Sersi se convirtieron en marido y mujer, causando la felicidad de muchos y el incesante llanto de Ajak. Eda había mirado atenta el suceso, notando los ojos brillosos de ambos novios en todo momento. Thena le limpió una de sus lágrimas cuando empezó a llorar. A la oji-marrón, la felicidad de los otros la ponía sensible, y más si hablaban de la felicidad causada por el amor que desde hace tiempo había visto que florecería.
Eda había visualizado que el futuro de Ikaris y Sersi era estar juntos, aunque también sabía que su unión costaría un corazón roto, el de Sprite. La había consolado todas las noches que se había derrumbado entre llantos, escuchado las tantas veces que le había repetido lo mucho que deseaba ser Sersi, y la entendió, pues el amor era un campo complicado. Aunque para ella todo había parecido tan simple desde que Thena le había abierto su corazón, ayudando al suyo a dejar salir todo lo guardado bajo mil llaves.
Semanas después de la boda, Eda era llevada de la mano por Thena hacia un lugar secreto. Al parecer, la rubia tenía un plan que no podía esperar, dejando sin escapatoria a Eda.
—Bien, antes de que entres, necesito que me prometas algo —las palabras de Thena intrigaron a la castaña.
—Bien —accedió aún con la duda dentro.
—Debes prometerme que dirás que sí.
—Si te refieres a escaparnos juntas, lo prometo —bromeó en un intento de aligerar el ambiente, aunque Thena siguió igual de inquieta—. En serio, te lo prometo —aseguró con más seriedad.
—Gracias —dijo, volviendo a guiar el camino de su acompañante.
Al entrar, la sorpresa y emoción de Eda no pudieron ser más grandes. El lugar era hermoso y magnífico a sus ojos.
—¿Qué... Qué es esto, T? —preguntó, caminando hasta el centro del lugar.
Estaban en el primer piso de una alta casa. Gran parte del suelo era decorado por rosas rojas, rodeando a varios cojines que parecían muy suaves.
—The-
Las palabras de Eda fueron detenidas por los labios de Thena, ella ya no había podido aguantarse más. Desde que la Eterna le había dado sentido y un propósito mejor a su vida con su simple y encantadora manera de ser, el deseo por besarla sólo había incrementado con el pasar de los años.
—Eda —llamó con lentitud al alejar un poco sus rostros, recuperando el aliento que el largo beso les había quitado—. Eda, déjame ser tu novia, déjame ser la única dueña de tus pensamientos, déjate ser dueña de todo lo que soy.
Su ruego no asombró a Eda, por el contrario, le encantó, ocasionando que sonriera de oreja a oreja. Había estado esperando tanto tiempo lo que ocurría en ese momento, ya hasta había empezado a planear hacerlo ella misma con ayuda de Makkari.
—Por supuesto que acepto ese honor, T—expresó, tomándola de las mejillas con ambas manos, como si se fuera a ir—, porque eres lo más importante para mí, y juro que voy a amarte y cuidarte como nunca antes alguien lo ha hecho en todo el universo. —La besó, volviendo a deleitarse con los dulces labios de la ojiazul.
El primer "Te amo" salió de la boca de Thena, mientras se dejaban caer en los cojines, intentado en todo momento no romper la conexión. No recibió respuesta, aunque no la necesitó, le fue suficiente con tenerla a su lado, entregándose en cuerpo y alma a ella.
La pasión que por tanto tiempo había estado guardada, se desató. Los besos parecieron insuficientes, el simple toque las hizo vibrar, y las miradas tan intensas compartidas, hicieron que supieran que estaban en el paraíso, en su paraíso.
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ETERNAL LOVERS | Druig; Thena ¦ TERMINADA
Fanfic》♟ •˖* AMANTES ETERNOS ¦ «No puedes matar a quien nunca ha estado vivo, y te quiere destruir» Eda, diminutivo de Edith, que significa botín de guerra, aquello tan preciado por lo que se puede iniciar las peores guerras, por lo que 𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴 matarí...