Capítulo 13

499 27 200
                                    


Pasaban las horas y estaba nerviosa e indecisa, no quería que llegara el momento, pero a la vez quería que ya fuera la hora... ¡ESTOY QUE NO SÉ QUE HACER AHORA! Pero la decisión está tomada, voy a ir a donde está él y va a pasar eso que tanto hemos anhelado ambos — ¡Keh! No voy a retractarme ahora que tomé la iniciativa — Pensaba en voz alta — Tengo que hacerlo, algún día tengo que hacerlo, sea ahora o sea luego. Camino de un lado al otro intentando controlar mis nervios, tratando de ocultar en lo más profundo de mi subconsciente aquellos recuerdos que son los que me impiden proseguir al momento de intentar tener relaciones con Hisui, mis manos sudan y se tornan frías mientras que mis piernas tiemblan tanto que tengo miedo de que se desprendan.

Intento bloquear todos los malos momentos que he vivido hasta ahora, quiero estar física y mentalmente preparada para lo que se viene más adelante, quiero poder ser de Hisui en cuerpo y alma, quiero que por fin pueda echar por la borda TODOS estos malos recuerdos con respecto a eso y pueda por fin ser LIBRE y sentirme BIEN en los brazos de mi amado. — Está en el pasillo — Dije al sentir su aroma mientras me sentaba en el suelo — Creo que va en dirección al cuarto prohibido. Tomé la decisión de que apenas sintiera que se devuelve del sitio al que fue, lo seguiría hasta su recamara para así poder "INTENTARLO", sé muy bien que va a tardar así que me puse cómoda mientras que lo esperaba, a veces suele tardar horas, como pueden pasar unos cuantos minutos... No sé por qué pero siempre es así, se puede decir que es la única cosa que no he querido averiguar ya que tengo miedo de que se trate de algo de Setsuna y no quiero saberlo, no quiero lastimarme y mucho menos con algo que tenga que ver con mi amiga.

Veía el techo, lo detallaba con detenimiento a ver si este tendría una respuesta para tranquilizarme ante esta incertidumbre que está matándome ¿Voy a poder hacerlo al fin? ¿Voy a poder superarlo y ser completamente de Hisui? Ésta inseguridad que traigo ¡ME ESTÁ VOLVIENDO LOCA! Lastimosamente no iba a obtener algún consejo de este, y de verdad que lo necesitaba ahora urgentemente — ¿Por qué no me contestas? ¡TONTO! — Decía mientras fijaba mi mirada en uno de los tablones de madera — Tú que lo has visto todo en esta mansión... ¿Crees que le guste estar con alguien como yo? De inexperta y sosa... Es que viniendo a ver, él ya ha estado con otras chicas antes y lo sé porque cuando llegué aquí siempre lo escuchaba tener relaciones con varias prostitutas, de esas que se mueven bien... De esas que hacen que cualquier chico... Bueno ustedes sabrán a lo que me refiero con eso, ¿Qué va a saber una niña como yo de esas cosas? Si la única vez que estuve con alguien... Fue cuando Jyuubei-Sama me violo y me sentí fatal, me sentí tan poca cosa, pero bueno, ahora no es momento para hablar de "ESO" así que lo dejaré de lado, ya que el techo no me quiere responder a nada de lo que le pregunto con respecto al tema.

Luego de varias horas, ya era bastante de noche, y por fin logré escuchar sus pasos salir del cuarto misterioso y dirigirse al pasillo; mi corazón latía con mucha fuerza, tanto que pensé que podría salirse de mi pecho y explotar en cualquier momento, me puse de pie y me acerqué a la puerta, me dio la abría para cerciorarme de que estuviera aún más cerca y en efecto, ya estaba por pasar frente a mi habitación, la idea era que pasara en la suya pero... Ya no quiero que sea allá, quiero que sea aquí en mi habitación, así que empuñando mis manos y respirando profundo... Me armé de valor y abriendo la puerta de par en par le dije justo cuando iba pasando frente a mi habitación — ¡HISUI-KUH! — Tragué saliva — Ne-Necesito-to que entres de inmediato. Este me miró de pies a cabeza y noté que estaba algo sonrojado ya que lo que traía puesto era mi ropa interior lo cual... Me hacía sentir incómoda ya que no estoy acostumbrada a que un chico me vea así de esta forma.

— ¿Estás segura de que quieres que pase estando tú así? — Me pregunta mientras aquellos ojos grises que posee se posan sobre mí.

— S-Sí, quiero que entres — Le hago señas a ver si entiende ahora si de que debe entrar a mi habitación.

EL CHICO DE LA CICATRÍZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora