Capítulo 15

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Estaba exhausta, ya era de mañana y aun no cerraba mis ojitos como es debido; Hisui y yo estuvimos teniendo sexo casi toda la noche sin descanso alguno, y aunque fue un suceso algo agotador, puedo confirmarles que fue mejor que la primera vez que estuvimos juntos, Hisui me transmite tanto amor en cada beso, cada caricia, CADA PALABRA que me dice, simplemente es PERFECTO, no podría explicarles con palabras exactas todo aquello que sentí en ese momento, y hablando de él, se encontraba aún dormido y no pienso molestarlo, desde que llegue a este lugar son pocas las veces que lo he visto dormir, y cuando lo hace es porque está conmigo, dice que le doy la paz suficiente para poder hacerlo así que no pienso apartarme de su lado hasta que despierte.

Mi corazón está alterado, no sé porque razón ciento que algo no está marchando bien, tengo días así y más ahora que esta reciente la visita del jefe de Hisui — Creo que es hora de que me vaya diciendo de una vez por todas que tanto me oculta, supongo que tiene que ver con ese asunto que iba a decirme y no lo ha hecho — Pensaba. Rato después, por fin abrió los ojos y luego de estirarse, me regaló una gran sonrisa pícara, para luego darme un tierno beso de "Buenos días" lo cual me hizo estremecer... Es que no sé qué tiene este hombre, cada vez que me besa, para mí es como si fuera la primera vez... Me transporta a otra realidad, una realidad donde solo estamos él y yo ¡Nadie más! Todo lo que ha pasado desaparece y simplemente es perfecto.

— Buenos días — Le regalo una sonrisa — ¿Dormiste bien?

— Solo un poco, ya sabes que hace un rato estábamos "Ocupados" en algo importante — Me guiña el ojo — Tú debes estar igual que yo.

— Claro — Me río un poco — Pero valió la pena el trasnocho ¿Sabes?

Asiente rápidamente.

— Moroha, tengo que decirte algo — Suspira — Algo sumamente importante.

Cambie la expresión rápidamente al darme cuenta de que en verdad se trataba de algo muy serio, hacía tiempo que no lo veía de esa forma, tan serio y oscuro, lo cual hizo que todos mis sentidos se pusieran en alerta — Creo que esta es la corazonada que tengo — Pensaba — Ahora si voy a saber qué pasa — Me senté a su lado mientras lo veía ponerse el kimono con mucha paciencia, me da la breve sensación de que está haciendo tiempo para no tener que decirme nada, pero como sabe que no va a hacer que se me olvide tan fácilmente...

— No he tenido el valor suficiente para contarte una dura verdad que debes saber sobre ti y sobre mí... — Empuña las manos con mucha fuerza — Espero me perdones por lo que voy a confesarte...

Sentía como se iba formando un nudo en mi garganta, no había escuchado siquiera el "significado" de esas palabras y ya me estaba poniendo demasiado sentimental, como si mi mente me estuviera poniendo sobre aviso, advirtiéndome que lo que sea que El Chico De La Cicatriz va a decirme, me va a doler en el alma grandemente. — Ya, dime que es lo que quieres decirme — Dije con la voz entre cortada.

— Es que... No sé ni cómo decírtelo — Sus ojos se llenaron de lágrimas — Moroha yo... Yo sabía muy bien quien eras tú, desde mucho antes de vernos en persona, no conocía tu aspecto físico, pero si sabía bien lo que hacías y a que te dedicabas. Mi jefe me había pedido desde hace varios años que te buscara para MATARTE y sacarte de nuestro camino, puesto que eres un peligro para la organización.

Sentí como mi cuerpo se congeló, mis ojos se llenaron de lágrimas en un dos por tres y palidecí mientras que en mi mente retumbaban esas palabras que acababa de decirme — "Mi jefe me había pedido que te buscara para MATARTE" — Iba a abrir la boca para decirle unas cuantas cosas, pero, me detuvo inmediatamente, puesto que al parecer tiene más cosas que decirme al respecto, es mejor que lo escuche detenidamente.

EL CHICO DE LA CICATRÍZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora