Las cartas sobre la mesa

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-Firme aquí y aquí y aquí – el rubio firmo donde le habían indicado el hombre – Bien señor Garcia es toda suya un placer hacer negocios con usted.

- Gracias – sonrio Gustabo.

- Tenga lindo dia.

- Igualmente – Gustabo suspiro y miro la gran casa vacia, tomo su teléfono e hizo una llamada – Hey Segis, es hora de estrenar ese camion de mudanza.

- ¿Qué recogeremos?

- Todo lo de mi casa, la antigua donde vivimos todos.

- Joder aun esta esa casa.

- Asi es.

- Dejamos todo nuevo, solo lo usamos para una fiesta.

- Por eso, todo nuevo para mi nueva casa.

- ¿Ya esta tuya? Genial, Nat se pondrá feliz de ver que la compraste.

- Ya sabes, complaciendo a mi chica – solto una risita – Bien, cuando tengan todo listo llamame e ire con ustedes.

- Perfecto, nos vemos.

- Adios guapo – corto la llamada, salió de su nueva casa cerrándola. Subio a su auto y condujo hasta llegar a su departamento – Hogar dulce hogar – suspiro.

Se dejo caer sobre la cama, miro el techo y comenzó a pensar en todo lo que habia pasado en esas semanas.

Rompio las reglas, su propio contrato, todo por un buen sexo.

Pero, es que no solo fue un buen sexo, era él. Siempre fue él.

Solo pensar en como sus manos recorrían su cuerpo, como cada vez que lo llevaba a la cama se lo hacia de manera distinta, cada orgasmo era distinto.

Esta con él, era algo inexplicable.

El sexo con él era algo que jamás habia probado.

Jack Conway era su fruto prohibido.

Pero todo estaba confuso, ama a Nat pero algo no estaba bien.

El sonido de su puerta lo saco de sus pensamientos, se levanto de la cama y fue a abrir la puerta.

-Hola – sonrio.

- Hey, pasa – suspiro dándole el paso - ¿Qué ocurre?

- Queria ver si estabas bien, hace tres días que no hablamos ¿todo bien?

- Si, solo que he estado comprando todo para la luna de miel y una sorpresa para Nat – le sonrio – Quiero tener lo mayor posible listo antes de que llegue Nat.

- Cierto, una boda siempre es difícil – suspiro – Recuerdo cuando estaba por casarme Julia esta como loca queriendo todo perfecto. Incluso yo lo estaba, de alguna manera me pasaba su estrés – los dos rieron.

- Puede ser, pero aquí de los dos yo soy el mas libre – lo miro – Y quiero todo perfecto, aunque en cuanto llegue ella se pondrá como loca y todo lo que hice lo hará de nuevo.

- Si, lo imagino – sonrio divertido - ¿Cuándo llega?

- Llegan esta noche, ya fue mucho tiempo en clubs y bares – sonrio de lado y los dos se miraron un par de segundo en silencio – Jack – parpadeo unos segundo – Quiero hablar contigo.

- Soy todo oídos – suspiro y bajo la mirada unos segundos.

- Amo a Nat, jamás crei en sentar cabeza hasta que conocí a esa mujer y en cuanto de mis votos, me entregare por completo a ella en cuerpo y alma – suspiro – Pero, tenemos un club, ella y yo, esto lo hablamos poco antes de decidir la fecha – lo miro – Cruzando las puertas de nuestro club, seremos esta pareja liberal pero saliendo del club soy solo de ella y ella es solo mia – carraspeo – Pero la verdad de todo, es que no me quiero separar de ti.

Play Dirty ~ Intenabo ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora