Play Dirty ~ Intenabo ~

Nervios de Novio

Gustabo salia de la habitación, se le formo un nudo en la garganta y un vuelco en el estomago. Comenzar a caminar alejándose de esa habitación le estaba quemando el alma, parecía que caminaba sobre espinas.

Necesitaba tomar aire fresco.

Una vez estuvo fuera inhalo fuerte y libero despues el aire, todo se deshizo en su interior.

Camino a la casa donde ya estaban sus padrinos, carraspeo y entro a la casa.

-Ya llego es mero mero cabrones – dijo Emilio abrazando a Gustabo y atrayéndolo al mini bar que abrieron.

- Joder, ¿Qué han hecho?

- Abrimos esto – dijo Freddy sacando una botella de vino – Tu favorita, algo para calmar los nervios.

- Gracias – sonrio aceptando la copa con vino que bebio de inmediato.

- Vaya que estas nervioso – dijo Segis.

- Lo siento, estaba sediento – suspiro - ¿Qué haremos ahora?

- Tu paquete especial esta en tu habitación – le sonrio – Todo incluido.

- Gracias chicos por todo, por estar conmigo desde que llegue a Los Santos y que no me hayan dejado.

- No agradezcas wey, somos familia – dijo Emilio – Todos somos familia.

- Pues brindemos – tomo la copa – Por la familia.

Una vez brindaron, cada uno se fue a sus designadas habitaciones.

Gustabo llego a la suya, con vista directa al altar, donde ya todo estaba preparado.

Era el momento.

Miro el traje, colgado y listo para que lo usara, saco la cajita de su bolsillo y la metio en el bolsillo de su saco.

-¿Esta listo señor Garcia?

Su tratamiento corporal, fácil, capilar estaba por comenzar.

No evito mirar la casa donde dejo a Jack.

Tenia que hacerse una limpieza espiritual como las que Horacio se hace cada año, su karma esta tan mal que casi jode su boda, aunque no esta muy seguro aun de si ya paso el peligro.

Cuando su tratamiento termino, le ayudaron a vestir ya que su traje debia lucir perfecto, tanto el traje como él. Queria estar perfecto para Nat.

-Lo veremos en el altar – sonrieron sus asistentes y se fuero n de su habitacion.

- Vaya crei que jamás se irían – dijo Horacio entrando con una botella de champan – Hola guapo.

- Valgame Dios – sonrio Gustabo al ver como el vestido color lila con un cinturón de flores le quedaba de maravilla – Estas divino.

- Gracias bebé, tú estas esplendido – Horacio sirvió el champan en dos copas – Bueno, hemos llegado.

- Si – suspiro sentándose en la cama – Llegamos a lo que jamás creimos llegar.

- ¿Quién diría que esos niñatos que salieron de este lugar volverían como hombres echos y derechos?

- Nadie, ni Aiden lo creía – sonrieron.

- ¿Estas feliz? – lo miro - ¿Eres feliz Gus?

- Claro que si – lo miro – Soy feliz, muy feliz – susurro – Si el Gustabo de 22 años me viera ahora, no me reconocería – suspiro – Tú mejor que nadie sabes que snetar cabeza despues de Aiden era imposible.

- Me consta, era algo que desechaste pro completo – le sonrio – Pero maduraste, conociste a la persona indicada para ti, ella sabe todo de ti y sigue a tu lado. Gustabo las personas de nuestro pasado que llegaban a saber de nuestro pasado nos miraban con lastima pero ella no te miro asi.