El pecado del que jamas me arrepentire

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Habia pasado tiempo y a pesar de eso, él se seguía viendo jodidamente bien.

Pero a diferencia de la primera vez, que se vieron en un club de sexo, esta vez estaba en una tienda. Lo vio con las manos ocupadas que se acerco para abrir la puerta, salió un pequeño niño rubio de ojos avellana y seguida salió él, tenia una niña de cabello castaño y ojos azules, la tenia cargando en sus brazos.

-Gracias – dijo cuando salió de la tienda – Dame la mano Jason – cuando el niño le dio la mano subio la mirada y vio al hombre que le abrió la puerta – Jack – susurro.

- Hola Gustabo.

- Dios mio – sonrio en grande – Estas mas viejo.

- Digo los mismo – sonrio Jack.

- Papi tengo hambre – dijo la niña, llamando la atención de ambos hombres que seguían perdidos en su mirada.

- Si amor, ahora te doy tu leche – le sonrio - ¿Me acompañas al auto?

- Amm, claro – le sonrio – Vamos.

Jack no podia dejar de mirarlo, su cabello rubio se estaba poniendo color plata, su barba estaba toda blanca, le recordó el look que tenia en su boda. Era un hombre diferente al que conoció, pero al mirarlo a los ojos podia ver que era el mismo que aun amaba.

Gustabo tenia de la mano a su hijo que estaba comiendo una paleta y del otro brazo tenia a su pequeña hija que lo tenia rodeado del cuello.

-¿Quién es ese señor papi? – susurro la niña.

- Un viejo amigo ¿quieres conocerlo?

- Mami lo conoce.

- Es un amigo suyo también – le sonrio – Bien llegamos – Jack se sorprendio que habia dejado de usar autos lujosos para cambiar a una camioneta grande – Sube concuidado Jason, ahora te abrocho el cinturón.

- Si papi.

- Y tú princesa – la acomodo en su silla – Aquí tienes – le dio su biberón – Bebe con cuidado – le sonrio y cerro la puerta, fue del otro lado y acomodo el asiento y abrocho el cinturón de su hijo – Jason cuida que tu hermana no se ahogue como la ultima vez – suspiro y miro a Jack – Sube, iremos a casa y podremos hablar bien.

- Esta bien – suspiro y subio a la camioneta - ¿Ya cuantos años tiene Jason?

- Jason cumplio 6 años hace una semana – sonrio Gustabo - ¿Verdad cariño?

- Si – dijo el niño con una gran sonrisa.

- Jason, él te conoció cuando estabas en mami Jack miro a Gustabo, sabia que fue a ver a Nat entonces.

- Si – sonrio Jack mirandolo – Soy Jack.

- Jack – susurro su nombre.

- Y esta princesa quien es – sonrio miando a la niña que estaba entretenida bebiendo su leche.

- Ella es Genoveva – sonrio Gustabo – Tiene tres años y medio.

- Y sigue tomando en biberón – dijo Jason.

- Es un bebé – dijeron Gustabo y Jack al unisono, se miraron y sonrieron divertidos.

- Gen sigue tomando de biberón, Nat ya se lo quiere quitar pero le digo que la deje, ella lo dejara cuando quiera.

- Eso es cierto – dijo Jack - ¿Cómo esta Nat?

- Ella esta muy bien, sigue siendo la misma de siempre – sonrio de lado.

- ¡Papi! ¡Papi! ¿Podemos ir al parque? – dijo Jason cuando pasaron al parque.

- Tenemos que pasar por mamá en unas horas.

- Solo un ratito – dijo Jason.

- ¿Cuidaras a tu hermana?

- Si.

- Po favo – hizo un puchero su hija.

- Manipuladores – susurro – Solo un rato.

Los niños celebraron y Jack lo miro con una sonrisa.

-Gustabo Garcia se ablando.

- Callate – sonrio Gustabo y estaciono la camioneta en el parque sacando a sus hijos – Ven vamos – se sentaron en una banca del parque – Con cuidado niños.

- Se parecen tanto a ti – sonrio Jack – Mas tu hija.

- Si, Jason saco todo de su mamá – sonrio Gustabo y pudo notar que ahora Jack tenia un anillo en su dedo anular. Le recordó al momento cuando llego de su luna de miel - ¿Te casaste?

- Si – sonrio mirando el anillo – Conoci a alguien, es de la CIA y bueno, encajamos muy bien.

- Me alegro por ti – le sonrio – En verdad.

- Gracias y yo me alegro que seas padre – Gustabo le sonrio - ¿Gen es la ultima?

- Si, Dios, si. No quiero mas niños, creo que con niño y niña me quedo – solto una risa – Ademas de que Nat tuvo complicaciones en el parto de Gen, decidimos que era mejor quedarnos con ellos, ella se opero y yo también. No mas bebés de parte de ambos.

- Eso es bueno, la mayoría solo se opera ella o él.

- No aquí dijimos, los dos cerramos fabrica de por vida – sonrio divertido y miro a sus hijos – Con ellos son mas que feliz.

- Si – sonrio mirándolos - ¿Cómo estas? – pregunto sin mirarlo.

- Estoy bien – suspiro mirando aun a sus hijos – Acepte que no volverías y que no era nuestro momento – carraspeo – Nat me conto que la fuiste a ver.

- Si, quería verla ya que me fui aun cuando ella estaba en el hospital.

- Se lo que te dijo y te digo lo mismo, sigues teniendo lugar aquí Jack. Eres parte de la familia.

- Y lo agradezco, pero creo que solo fue una vez en la vida. Tú tienes hijos y esposa y yo también – lo miro – Hace un par de años, decidimos adoptar, ya que yo no puedo tener hijos. Adoptamos una niña, se llama Julieth.

- Lindo nombre, en honor a Julia.

- Y a la hermana de mi esposa, se llama Jules – suspiro – Gustabo, no digo que me arrepiento de todo lo que paso. Jamas me arrepentiría del tiempo que estuve contigo.

- Yo tampoco me arrepiento – lo miro – Jack, contigo pase un amorío loco y desenfrenado y siempre estarás amarrado a mi alma. Pero no era nuestro momento eterno.

- Esta vida no era nuestro momento.

- Pues juro encontrarte en la siguiente vida.

- Para no separarnos nunca – se sonrieron – Todos estos años, siempre imagine como seria este momento. Como te volvería a ver, que pasaría, si estarías bien y todo eso.

- ¿Fue lo que esperabas? – sonrio divertido.

- Para nada – los dos rieron - ¿Dónde quedo mi mafioso?

- Aun sigo siendo ese mafioso, pero ahora cambio pañales, mi niña me maquilla, me pongo ropa colorida, cargo juguetes, me pongo cangurera – sonrio divertido – Y en su momento soy ese mafioso.

- ¿Te convertiste en Batman?

- Ojala, pero el caballero de la noche arropa a los niños y consiente a su esposa – suspiro – Cambiaron muchas cosas, hice un nuevo club y en todo el tiempo pensé en ti.

- Gustabo – lo miro – Yo también pensé todo el tiempo en ti.

- Mira – se levanto parte de su pantalón, justo en la pierna tenia lentos oscuros con el nombre Conway en cursiva – Te tengo en mi alma y mi piel.

- Nat ¿lo acepto? – dijo pasando sus dedos sobre su piel tatuada.

- En efecto, ella lo acepto – sonrio – Me hice mas tatuajes, en el pecho tengo el nombre de mis hijos y en la espalda el nombre de ella. Jack, a pesar de todo lo que pasamos siempre estuviste en mi mente y corazon y lo estarás siempre.

- Gustabo, en todo este tiempo jamás has estado lejos de mi mente o de mi corazon – sus dedos se rozaron y con eso se conformaban.

Sus miradas se perdían en el otro, estaban totalmente perdidos. Podian sentir esa coneccion que aun tenían, sus dedos se acariciaron entre ellos y una sonrisa decían mas de mil palabras.

-Papi, papi, mira esto – se acerco su hijo, rompiendo aquel momento entre ellos.

- ¿Qué encontraste Jason?

- Mira – en sus manos tenia una pequeña flor color azul – Se la llevare a mami.

- Le va a encantar – le dio un beso en la frente - ¿Dónde esta Gen?

- Aquí – dijo la pequeña que llegaba con la ropa llena de tierra.

- Mamá nos matara – dijo al verla sucia – Bien – la levanto en sus brazos y tomo la pequeña mano de su hijo – A la camioneta, nos vamos a casa y los arreglo antes de que mamá me mate.

Gustabo volvió a poner a sus hijos en sus sillas y sus cinturones, volvió a donde estaba Jack.

-¿Cuánto tiempo estarás? – pregunto a sus espaldas.

- Mañana me voy por la tarde, solo vine a ver a Volkov y darle mi presente por su hija – le sonrio – Me dio gusto verte Gustabo.

- Dejame verte esta noche – lo miro, suplicando que aceptara.

- No creo que sea buena idea Gustabo.

- No te volvere a ver Jack, en un mes me voy de aquí y no volvere. Es posiblemente mi ultima vez en esta vida donde podre verte.

- Estoy en el hotel del centro, a las 8:00, no llegues tarde.

Gustabo sonrio mirando sus pies, era su ultima vez y no lo dejaría pasar.

-¿Dónde esta tu amigo? – pregunto Jason.

- Se tuvo que ir – les sonrio – Bueno niños, vamos a casa – suspiro con una sonrisa.

{...}

-¡Mami! ¡Mami!

- Oh Dios mio que te paso Gen – Nat se agacho para cargar a su hija - ¿Dónde te metiste?

- Encontro a su mejor amigo llamado tierra y agua – sonrio Gustabo.

- Te voy a bañar niñita – sonrio Nat mientras su hija jutaba su nariz junto con la de su madre. Gustabo miraba a sus chicas juntas, le encantaba verlas asi, era algo hermoso para sus ojos.

- Jason ven aca – cargo a su hijo en brazos y se acerco con su esposa e hija – Somos una gran familia – dijo abrazando a su esposa por la cintura.

- Lo somos – sonrio Nat.

- No se olviden de los gatos.

- Claro con los gatos también – dijo Gustabo.

- ¿Podemos adoptar otro? – pregunto su hija.

- No – dijo Nat.

- Si – dijo Gustabo.

- Tenemos 4 gatos Gustabo, son muchos.

- Nunca son suficientes – le sonrio y bajo a Jason – Dale a mamá lo que encontraste y yo me llevo a mi niña a la tina...


- Papi ¿Quién era ese señor?

- Un amigo – dijo Gustabo – Lo conocí antes de casarme con mamá, lo quiero mucho.

- Eso vi – le sonrio.

- ¿Enserio? – pregunto Gustabo mientras enjabonaba el cabello de la pequeña.

- Se nota que te quiere papi, que bueno que sean amigos.

- Si – suspiro Gustabo – Oye cielo, saldré a comprar cosas ¿quieres algo?

- Helado.

- Te traeré helado y pastel ¿Qué dices?

- No – dijo Nat entrando al baño – No dejare que le des tanta porqueria.

- Poqueria – dijo Gen.

- No le doy porqueria – dijo Gustabo – Solo la consiento.

- La malcrias – dijo Nat – Como a mi cuando estaba embarazada de ella, subi 10 kilos.

- Te veias divina mi amor.

- Divina tu culo, estaba gorda – lo miro – Al menos ya llegue a mi peso.

- Traere pastel y helado – le sonrio – Ire rápido – le dio un beso en los labios.

Nat bufo divertida, no podia decirle que no, se veía arrastrada a sus malas comidas. De ser real food a comer porquerías solo porque sus hijos lo pedían o aunque ni lo pidieran él lo compraba.

Gustabo tocaba la puerta de la habitacion de Jack, espero unos segundos y salió.

-Crei que ya no ven... - Jack no pudo terminar su frase ya que Gustabo lo beso. Le dio un verdadero beso, robándole el aliento, mezclando sus lenguas y sientiendo esa corriente eléctrica que sentían - ¿Qué fue eso? – jadeo Jack.

- Solo un beso – sonrio Gustabo – No me quedare, pero al menos quería probar el dulce néctar de tus labios una vez mas.

- Te amo – lo miro – Y siempre te amare Gustabo, te buscare en todas mis vidas para estar contigo, asi sea un pecado en todas. Seras el mejor pecado de mi vida.

- Eres el mejor pecado que he cometido – sonrio Gustabo – Y no me arrepiento por nada – se volvieron a besar apasionadamente – Te veo en mi siguiente vida.

- Te veo en mi siguiente vida...

Habia echo sus vidas, Gustabo formo una familia al igual que Jack. Era el resultado de pecado de la carne, el pecado de la infidelidad el cual gozaron a mas no poder. Pero era solo un momento y era tiempo de dejarlo atrás.

Gustabo llego a casa, donde estaba su esposa haciendo la cena, su hijo estaba mirando la tele y su hija jugaba con los gatos. No cambiaria eso por nada.

Todo fue un juego sucio que habia llegado a su final.




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Y con esto el final de la tragica historia de Play Dirty... 

Me parecio interesante la reseña de mi mejor amiga, asi que se las dejare y ustedes opinan...

Me parecio interesante la reseña de mi mejor amiga, asi que se las dejare y ustedes opinan

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Gustabo y Jack... En otra vida podran estar juntos <3

Tengo mas historias como esta en Twitter por si les gustaria ir a darse una vuelta. Gracias por apoyar esta historia, los quiero un mundo <3

Play Dirty ~ Intenabo ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora