Capítulo 1

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El oscuro cielo nocturno adornado por bellas y brillantes estrellas era una maravilla para ver y disfrutar, claramente si no se estaba en la tensa situación que acontecía en esos momentos en aquel campamento hippie.

Muchos disparos habían resonado cuando tres agentes del FBI entraron junto a otros cuatro de la LSSD a hacer una redada al descubrir que aquel sitio era la ubicación actual del prófugo italiano, ocasionando que los civiles huyeran despavoridos.

Claramente estaban en desventaja los mafiosos, ya que eran dos contra siete que fácilmente los rodearon y abatieron al de procedencia rusa dejando solo al Gambino, quien al verse superado simplemente levantó las manos soltando un chasquido de molestia con su lengua.

-Lo tenemos, procederemos a arrestarlo- Informó uno de los federales por medio de la radio.

Avanzaron hasta el italiano o eso intentaron, ya que al dar un par de pasos varios disparos resonaron desde diferentes sitios abatiendo a todos los agentes.

-Había olvidado lo bien que se sentía dispararle al cabeza hormiga- Habló una nueva voz con un tono juguetón y aproximándose poco a poco hasta dejar al descubierto su figura. -Pero esta vez me aseguraré de hacer bien el trabajo-

-To... ¿Toni?- Pronunció el rubio cenizo con asombro y confusión, bajando lentamente sus brazos.

Las constantes y cada vez mas ruidosas sirenas advirtieron de la llegada de más agentes de la ley en aquel lugar, al parecer alguno había dado la alerta con la ubicación para los refuerzos.

-Déjalo, debemos marcharnos- Advirtió una nueva presencia corriendo hasta los italianos para empujarlos hacia el lado opuesto de donde se escuchaban el sonido de las sirenas, y después fue hasta el androide que estaba tirado para cargarlo y marcharse de allí.

Corrieron con la única meta en su cabeza que era alejarse lo máximo posible de aquel sitio y gracias a la oscuridad de la noche lo conseguirían.

Llegaron a una especie de estacionamiento con unos pocos coches pero los ignoraron completamente, el menor de los italianos se extrañó pero estaba sin palabras como para cuestionar así que simplemente se limitó a seguirles con una diminuta sonrisa en su rostro.

Su familia había ido a por él.

Avanzaron un poco más y finalmente sus ojos vieron un coche un poco oculto y encendido, subió al ver que los demás lo hacían y al terminar de estar todos listos, José tomó el puesto de conductor y puso rumbo hacia la marca en el GPS.

Viajaron por la carretera con velocidad moderada para pasar desapercibidos, ya que lo que menos querían era llamar la atención. Dentro del coche sólo iban conversando José y Carlo tan animadamente por su reencuentro que ni siquiera notaron cuando llegaron al lugar de destino, aunque el cenizo si que se extrañó de que su hermano estuviera en completo silencio sin dirigirle ni una sola palabra, ni ningún gesto o una simple mirada. Recorrieron zonas despobladas hasta llegar a un aeropuerto abandonado, donde Heredia aparcó el coche en uno de los hangares y procedieron a bajar del vehículo, rápidamente el español cargo al androide y lo llevó hasta el hangar de al lado donde tenían resguardado el avión con el que llegaron y en el cual partirían en breves instantes, quedando solos el par de hermanos en un incómodo silencio a los ojos del menor de ellos, hasta que recordó algo que había pasado con anterioridad y que despertó su curiosidad.

-¿Cómo es eso de "dispararle nuevamente al cabeza hormiga"?- Interrogó el menor de los Gambino con curiosidad en sus palabras, fijando sus celestes en las facciones del rostro de su consanguíneo como si lo estuviera escaneando, después de todo hace bastante tiempo que no lo veía. Al pasar varios minutos sin respuesta enarcó una ceja confundido por la actitud de su mayor. -¿Vas a ignorarme?-

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