ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟜: 𝕊𝕖𝕘𝕦𝕟𝕕𝕠 𝕖𝕣𝕣𝕠𝕣

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Alessandro

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Alessandro

El odio que le tengo a esa cría es algo que me hace perder los estribos, el verla correr detrás de cualquier animal que vea mientras sonríe sonrojada como si no estuviera secuestrada es algo que me jode mucho, aún más ver su voluminosos senos saltar junto a ella, maldita lacra que me hace ponerme duro, el haber sentido su cuerpo desnudo acurrucarse contra mi pecho buscando protección aún cuando soy su propio verdugo es también algo que me pone duro y me fastidia.

-¿Que tanto le ves de especial a esa rosa roja diseca?-inquiere Adriano mi primo.

-Que me recuerda mi propósito.

Él asiente comprendiendo a lo que me refiero. Guardo en mi chaqueta la rosa como lo e estado haciendo todos estos años.

-Acabó de conocer a la famosa Adelaide y ya se porque te tiene de tan mal humor, cosa que comprendo obviamente, te la quieres tirar pero eso sería un gran golpe a tu orgullo de macho, o me equivoco.

Me tomo de un solo mi trago sirviéndome más para quitarme el mal sabor de escuchar su nombre.

-Ni me menciones a esa cría inepta sin redundancia, mejor hablemos de cosas que si importan como los clientes que le quitamos al ruso.

-Primo solo te dire una cosa, va arder Troya pronto-suelta divertido para tomarse su trago.

-Y no sabes cuanto anhelo que llegue ese momento, pero mientras seguiré jodiendo al ruso y a su familia-mi comisura se alza brevemente.

En especial a esa cría.

-Al parecer no eres el único que lo está jodiendo, varios clanes están por revelársele, creen que el ruso está débil por la según muerte de la hija-alega Adriano, haciendo comillas, me burlo.

-Si hay algo que e aprendido es a nunca subestimar al enemigo, y menos a uno como lo es el clan de los Romanov, con esos hijo de perras hay que estar alertas cuando están callados, es donde más hay que temerles-artículo serio.

Nikolay es un analizador impulsivo, nota cualquier detalle por más insignificante que sea y se que pronto descubrirá que su  preciada hija está viva, si es que ya lo ha notado, y si no me equivoco no le a de contar a la modelo para engañar al que la tenga con la imagen de Julia destrozada y así cuando descubra quien la tiene dar un golpe contundente que no se lo espere. Lastima que soy más astuto y puedo prescindir sus pasos.

-Concuerdo, esa gente es demente de ellos se espera cualquier cosa, si hasta se meten entre familia y como dicen por ahí, "Todo se queda en familia"-detalla Adriano mientras juega en su celular.

Madurar no está en sus planes por lo visto.

La puerta es abierta abruptamente, de esta cruza la cría inepta que camina como si estuviera en una pasarela, y ella fuera el centro de atención contoneando sus caderas al compás, él body detalla sus grandes curvas, su aire inocente pero tenaz la acompaña haciéndola lucir como un maldito ser angelical caído del cielo, sus ojos te sumergen en una neblina de lujuria atroz.

𝐄̀ 𝐮𝐧 𝐩𝐢𝐚𝐜𝐞𝐫𝐞, 𝐛𝐚𝐦𝐛𝐢𝐧𝐚. (𝐈𝐧𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞𝐬 𝐈𝐈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora