ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟡: 𝕊𝕒𝕟 ℙ𝕖𝕥𝕖𝕣𝕤𝕓𝕦𝕣𝕘𝕠

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Adelaide

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Adelaide.

La felicidad no cabía en mi, mis comisuras se alzaban por sí solas en una sonrisa, pronto terminara esta pesadilla en la cual fui sumergida sin tener algo que ver en lo más mínimo.

Desplazó mi vista a la araña que está en un frasco en mis manos que se ha vuelto mi mejor amiga.

-Supongo que esto solo fue una enseñanza más de la vida, tomémoslo como una aventura la cual ya llegará pronto a su fin Lotty-es tanta mi felicidad que mis mejillas se sonrojan.

Aunque fue una aventura algo amarga y ...

Sacudo mi cabeza alejando esos pensamientos.

-Te gustará mi hogar, es enorme e hermoso, te presentaré a mi madre estoy segura que la amarás a penas la veas-reposo mi cabeza en mis manos viendo a través de la ventanilla del jet-ella es muy amable y te tratará de lo mejor, aunque eso si, no tienes que acaparar mucho su atención luego mi padre te hará desaparecer, él siempre quiere ser el primero en tener su atención todo el tiempo, es muy divertido ver hacerlo, capaz que cuando te vea me dirá, "Otro animal más a tu colección, esta mansión se convertirá en un refugio pronto si sigues así accidente, ¡ah cierto! ya lo es"-arremedo su voz a la vez que pongo mi mirada altiva como él siempre la pone, sin querer me rio-todos te amarán, no tienes nada que preocuparte, solo tienes que esconderte del retardado de Lev, que te desmembraría pero solo eso nada  que temer.

-Loca.

Pasa por mi lado el italiano, pongo los ojos en blanco.

-Detestó a ese idiota, ni lo mires Lotty es un fósil sin educación-le susurro.

Me mandaron a entregarles su comida a cada uno de los presentes que están sentados.

Ojalá y se atraganten todos, bueno el italiano aunque sea.

-Hermano dile a mi primo que me deje quedar con su esclava, el no tiene problemas en compartir, por favor-escucho a Dante rogarle a su hermano.

Como si yo fuera un objeto.

Salvatore tenía que ser.

-Simplemente a ella no la compartirá, entiéndelo, recuerda su apellido.

-Buen provecho-suelto dejándole de mala forma su plato a cada uno.

Fulminó a Dante antes de alejarme.

-Si viste como me sonrió-lo escucho decir.

-Por poco y te manda a la mierda-se le ríe su hermano Adriano.

-Tu no sabes captar las miradas de aprecio.

Simplemente es un idiota al igual que su primo mayor, pero este último le gana, Dante es cómico ciertas veces.

-Mira bien como me sirves cría, por poco y me lanzas el agua-escupe sus quejas como siempre el mafioso italiano.

Ganas no me faltan.

𝐄̀ 𝐮𝐧 𝐩𝐢𝐚𝐜𝐞𝐫𝐞, 𝐛𝐚𝐦𝐛𝐢𝐧𝐚. (𝐈𝐧𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞𝐬 𝐈𝐈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora