ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟡: ℙ𝕦́𝕕𝕣𝕖𝕥𝕖

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Julia

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Julia.

Estábamos almorzando con Nikolay, le sonrió, el frunce el ceño.

-No me sonrías, ingrata-me río al ver su mala cara.

-No puedes negar que ciertas veces sueles ser infantil conmigo-suelto mientras le pongo un poco de carne en su plato, la cual había cortado en pedazos.

-No soy infantil, que quiera que me des un poco de tu atención es muy diferente, ya que siempre me ignoras-pongo los ojos en blanco por su dramatismo.

El que lo escuche y no lo conozca, le creerá.

-Nikolay tienes casi siempre mi atención y aún quieres más, tengo que también darle mi atención a nuestros hijos-trato de hacerlo razonar.

El bebe su vino blanco.

-Ya están grandes, no necesitan más tu atención, déjalos que ellos mismo aprenda de la vida, no siempre estarás para ellos, deberías solo preocuparte por tu marido.

-Nikolay, solo por que les pregunto a mis hijos ¿cómo están?, o por que los voy a visitar, dices que solo me preocupo por ellos y no por ti, tampoco puedo ser una mala madre y descuidarlos, tu mamá te suele visitar y no veo a tu padre reclamarle nada, y eso que no son dos o tres hermanos que tienes, si tuviéramos hijos como ellos, no me imagino cómo serías-tiemblo ante la idea.

Él suelta los utensilios para fijarse en mi, esté hombre los años lo ponen más bueno, cruzados de brazos me dice.

-No entiendes, solo quiero ser yo el que tenga toda tu atención, nadie mas ni nuestros hijos solo yo, acaso es muy difícil complacerme en solo eso-me levanto para caminar hacia donde está el, y sentarme en su regazo, mi mano acaricia su mandíbula.

-Te prometo que cuando nuestros hijos tengan todos treinta años, toda mi atención será para ti, solo seremos tu y yo-mis palabras hacen que sonría.

-¿Lo prometes?-pregunta con una sonrisa socarrona.

Toco el collar que le regale para nuestro aniversario, el cual tiene una foto de los dos juntos.

-Si, recuerda lo que está inscripto en el collar-el me besa.

-Y tu recuerda lo que tienes tatuado aquí-acaricia la parte donde se encuentra mi tatuaje, lo beso acariciando su mandíbula.

El collar tenía inscrito, "Para el amor de mi vida de Julia", y pues yo tenía tatuado, "Propiedad de Nikolay Romanov".

Nikolay me a amado con tanta devoción que es hora que yo lo haga con la misma intensidad, pero antes de eso él y yo tenemos ciertas cosas pendientes.

Me separo un poco con la respiración acelerada.

-¿No me ocultas nada?-el frunce el ceño ante mi pregunta.

-No.

-¿Seguro?, ¿sin importar que esta me duela no me lo has ocultado?-el me agarra el rostro con esa postura de sometimiento.

𝐄̀ 𝐮𝐧 𝐩𝐢𝐚𝐜𝐞𝐫𝐞, 𝐛𝐚𝐦𝐛𝐢𝐧𝐚. (𝐈𝐧𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞𝐬 𝐈𝐈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora