Alessandro.
Voy a acabar con todos, no quedará ninguno de pie, todos estarán en el suelo rogando por piedad.
Acabaron con mi familia, con la infancia de mi hermana, acabaron con todo a su paso es hora que la moneda se invierta.
Mi pierna impacta una, dos, tres, cuatro veces contra el rostro ensangrentado del que me estoy enfrentando en el ring de pelea, lo apresó contra mis brazos haciendo retorcer su cabeza hasta el punto de romperla, clavó mis manos en su garganta sacándola, haciendo un espectáculo de sangre, los gritos de mi nombre ensordecen el lugar.
Miro con aburrimiento el cuerpo, volteo hacia la multitud.
-El siguiente-todos se quedan estáticos-así que quieren que escoja yo, será un gusto.
Llamo a cuatro al ring de pelea, todos estos me miran ansiosos, con deseo de derrotar al líder y llevarse ese logro, lastima que eso es imposible e insoñable.
En menos de un minuto ya todos estaban en el suelo, sin garganta y sin corazón, me gustaba ver cómo la sangre corría de sus cuerpos y la vida era arrebatada de ellos era algo placentero.
Mi mirada se desvía a la esclava que mira la escena con una mueca, al ver que la observo pone los ojos en blanco sacándome la lengua en un acto infantil.
Ya se le pasó el coraje al parecer, ya que no me está ignorando.
Salgo del ring, con mi toalla en mis hombros mi cuerpo está sudado por la acción que e tenido, me encamino hacia mis esclava, alzando a Gaia para devorar sus labios quitándome el mal sabor que cierta persona me a provocado, me separo de ella para besar a mi otra esclava.
-Esclava lleva mis cosas-le ordeno a la rusa.
-Como si el no tuviera manos-la escucho murmurar detrás de mi.
Para eso está ella.
-Mi lider deje que sus esclavas lo relajemos-me pide seductoramente Gaia.
Gaia tiene buen cuerpo con unas buenas tetas y unos labios que saben hacer lo suyo, al igual que mi otra esclava que hace maravillas con su trasero.
-Bien.
Es hora de que pagues un poco de tu rebeldía bambina.
Antes de ingresar a una de las habitaciones de la mansión, la rusa se detiene.
-Entra rápido-le ordenó.
Ella se ríe.
-Ni creas que los veré haciendo sus cochinadas-dice ella con disgusto.
-No te pregunte si querías, te lo estoy ordenando o quieres visitar de nuevo la fuente-está me mira impotente entrando.
Gaia y la esclava se empiezan a desnudar mientras me sacan la polla para empezar a chupármela una de ellas, mientras le como las tetas a la otra, las dos sucumbidas en mi placer y el que yo les otorgo al permitirles estar conmigo.
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𝐄̀ 𝐮𝐧 𝐩𝐢𝐚𝐜𝐞𝐫𝐞, 𝐛𝐚𝐦𝐛𝐢𝐧𝐚. (𝐈𝐧𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞𝐬 𝐈𝐈)
Любовные романы+21 ⚠️🔞 Alessandro líder de la mafia italiana secuestra a Adelaide hija menor de Nikolay Romanov jefe de la mafia rusa, en un ajuste de cuenta, todos tenemos un precio que pagar en la vida y Adelaide será ese pago para Nikolay, Alessandro será el k...