❝Cualquiera sea el camino que elijas, yo te apoyaré siempre.❞
→ Kaede fue criada para ser un arma, un simple objeto con el que jugaban por mucho que rogase por su mísera vida. Sus pensamientos, sus lágrimas, incluso los latidos de su corazón habían...
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UN LUGAR AL QUE PERTENECER.
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Kaede soltó un suspiro y tomó un respiro algo cansada después de tener que haberse enfrentado a toda la Clase A. Y que Todoroki fuera probablemente el más fuerte entre todos sus compañeros no ayudaba para nada. Aunque viendo lo agotado que estaba el heterocromático, la pelirroja sabía de sobra que llevaba la ventaja en su pelea. Sin embargo lo que no terminaba de entender era el por qué el chico seguía y seguía intentando ganarle.
Antes de que pudiera seguir analizando la situación Shoto lanzó de nuevo una gran llamarada hacia ella, que esquivó con un poco más de dificultad. Pero eso no fue impedimento para que pudiera después evitar las columnas de hielo que él lanzó hacia donde se encontraba; para terminar quedando cara a cara con ella.
━No te entiendo.━habló la pelirroja antes de que el chico pudiera dar un solo paso más, y Todoroki se detuvo confundido por las palabras de la menor.━Esforzarte al máximo por mí... Realmente eres idiota.━suspiró.━Pero eso me gusta.━soltó una risa y alzó su puño para intentar atacarle nuevamente.
Shoto con rapidez se cubrió de nuevo con un muro de hielo grueso, y se echó hacia atrás por el fuerte golpe que dio la chica con su fuerza contra la pared helada. Sabía que ella era mucho más fuerte que él, pero no le gustaba rendirse fácilmente ahora que podía usar su propio kosei sin arrepentimientos. Pero Kaede no le dio tiempo a pensar ni por un segundo más cuando saltó el muro y alzó ambos brazos para lanzarle varios proyectiles de su energía.
El heterocromático usó su fuego para intentar quemarlos, pero no funcionaron e impactaron al momento contra su pecho. El Todoroki cayó al suelo por el impacto y notó como la extraña energía de la chica se aferraba a su uniforme, intentando controlarlo y tratando de arrebatarle sus emociones negativas para que la pelirroja recuperase energías. Pero sin dudarlo Shoto se retiró la chaqueta y la dejó a un lado, quedando tan solo en camiseta.
La chica no dejaba de sorprenderlo con nuevas tácticas de su particularidad.
La Akaguro alzó la mano haciendo que la energía abismal volviera hacia ella, e infló sus mejillas ligeramente decepcionada por no haber conseguido ningún resultado. Luego volvió a mirar al mayor y frunció el ceño, no sabiendo si estaba molesta porque él le estaba dando más problemas para vencerlo o porque no podía descifrar bien los sentimientos y los pensamientos que tenía el chico en ese momento.
