❝Cualquiera sea el camino que elijas, yo te apoyaré siempre.❞
→ Kaede fue criada para ser un arma, un simple objeto con el que jugaban por mucho que rogase por su mísera vida. Sus pensamientos, sus lágrimas, incluso los latidos de su corazón habían...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ARMA.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La semana de las pasantías pasó rápidamente. Con sus más y sus menos, los tres chicos habían aprovechado esos días para mejorar el uso que hacían de sus particularidades y Kaede había logrado idear movimientos nuevos con su quirk que solo se le podrían haber ocurrido en un ambiente diferente al escolar. Ahora podía hacer crecer su energía desde diferentes superficies, por lo que no siempre tenía que recurrir al combate cuerpo a cuerpo, y estaba usando un aspecto de su kosei al que casi nunca recurría: el controlar las mentes de las personas.
La particularidad de Kaede seguía siendo un verdadero problema para ella. Aunque supiera controlarla a la perfección gracias a todo el entrenamiento que había hecho en la U.A., el verdadero problema eran los aspectos tan malignos que podía llegar a tener su poder. En un principio, el kosei de la pelirroja solo serviría para entrar en la mente de la gente y hacerles vivir su peor pesadilla o su peor recuerdo para dejarlos inconscientes e incluso llegar a matarlos de un golpe. Sin embargo, por la experimentación que sufrió la pequeña su particularidad había evolucionado demasiado.
Si la Akaguro jamás hubiera sufrido por la Comisión de Héroes, jamás hubiera podido detectar los sentimientos de los demás ni apropiarse de ellos para crear su energía y materializarla. El propósito de la Eterna Tiniebla desde un principio había sido manifestar los miedos de las personas para hacerlas caer al suelo, pero tal y como las personas evolucionan, sus koseis también lo hacen. Y las experiencias vividas por Kaede le permitieron tanto entender los sentimientos de las personas que la rodeaban para conocer a héroes y villanos, como destruir aquello que la perseguía por su pasado.
Kaede sabía de todo esto, y se negaba a usar la parte de su particularidad que había sido ideada por la Comisión de Héroes desde un inicio. No recordaba haber hecho uso de su poder original desde que era una simple niña, y fue atacada por el policía que trató de llevársela cuando eran perseguidos su maestro y ella. Fue tal el impacto, que Kaede siempre trataba de contenerse con sus poderes y aunque se enfrentara a la peor persona de todas, no trataba de matarlas o usar el poder del miedo en ellos. Solo quería usar aquellos que despertó ella misma, y así el arma no despertaría por completo.
