𝙰𝚞𝚝𝚑𝚎𝚗𝚝𝚒𝚌 𝙷𝚎𝚊𝚛𝚝𝚜🍂𝙸𝚗 𝚊 𝙷𝚎𝚊𝚛𝚝𝚋𝚎𝚊𝚝

Capítulo 2: Escape a través de la ventana

Era otoño por fin, el ambiente era agradable y el viento se sentía bien en los pulmones. Los Heartcatchers se alistaban en las canchas para el entrenamiento del día, con sus uniformes de béisbol blancos y azules. Bromeaban y platicaban entre ellos mientras esperaban al entrenador O'Connell que llegaría en cualquier momento sonando su silbato, comenzando el suplicio abrasivo del agotamiento de la semana.

   De entre todos aquellos jóvenes alegres e impacientes sobresalía la esbelta pero bastante alta silueta de un rubio con expresión seria en facciones finas. Parecía estar buscando algo con la mirada, probablemente a alguien. Con desgano se acomodó su gorra y cerrando los ojos en signo de desesperación llamó con un tono impositivo.

—¡Julien!, encuentra a Jonathan y tráelo de una vez antes de que llegue el entrenador y nos haga dar vueltas a todos por su culpa. —dijo mientras observaba a su compañero calentar con alguien más.

—Jonny siempre está distraído cuando empieza un nuevo libro, seguro ya viene en camino. —respondió el más bajo, restándole importancia a las preocupaciones del lanzador del equipo, con clara intención de evitar realizar la instrucción.

Para suerte de ambos, antes que una pequeña pelea naciera, el responsable de tal conversación se asomó desde la entrada de los vestidores y agitando la mano en alto se acercó trotando a sus compañeros, el jugador número cinco. Una media sonrisa apenada adornaba el rostro del mejor bateador en el equipo. Jonathan tenía una relación seria, algo distante con el estricto capitán de un grado mayor. Pero pareciera ser que no importara el día u hora, Benjamin siempre tenía la vista fija en él, criticando, presionando, empujándolo a dar más de sí para ser mejor que el resto, pero nunca completamente satisfecho con sus esfuerzos.

   Esperando una crítica y un silencio incómodo en el que sólo podría responder "no se repetirá", el moreno bajó un poco la mirada para distraerse, comenzando a observar el césped que se encontraba peculiarmente más llamativo ese día que de costumbre. No pasó más de lo necesario para que Ben terminara su usual comentario frío y sin tacto, como si de un ser artificial se tratara. Sin embargo, Jonathan seguía entretenido observando con la cabeza agachada, ahora prestando especial atención a un caracol que por entre sus zapatos deportivos se paseaba. Era color café claro y su caparazón presentaba varias rayas muy finas de tonos rojizos y anaranjados.

—Es la tercera vez este mes, si no prestas más atención voy a arruinarte el final de todo libro que toques a partir de ahora. —comentó el más alto de los tres, buscando poner un fin al comportamiento inadecuado del moreno y esperando una respuesta satisfactoria de su parte.

—¡No-no! llegaré a tiempo a partir de ahora, lo prometo. —Jonathan reaccionó a la última oración de su superior tratando de sonar convincente. —No tienes de qué preocuparte Ben.

—Eso espero. —respondió dando la media vuelta, acercándose al resto de miembros del equipo para rápidamente llamar su atención en voz alta e interrumpir sus bromas.

A todo esto, el recién reprendido muchacho buscó con la mirada el característico color del caracol que había visto hace apenas un rato. Para su mala suerte parecía haberse esfumado del lugar, cosa que no tenía mucho sentido para el adolescente. "¿Qué tan rápido puede ser un caracol?" se preguntó mientras se rascaba la cabeza por debajo de la gorra.

   Cálido, el sol se sentía bien en su piel morena. Refrescante era el viento que consigo traía la compañía de un dulce olor a flora con rocío. Y hermoso, el canto de los pájaros que se escuchaban a lo lejos. Jonathan cerró sus ojos y disfrutó del momento tan perfecto en el que se había encontrado, hasta ser interrumpido por el silbate del entrenador. El entrenador O'Connell era un hombre estricto, de carácter fuerte y tolerancia casi nula. Había servido en las tropas del ejército pero mantenía su semblante firme, como un general a cargo de entrenar nuevos reclutas.