𝙰𝚞𝚝𝚑𝚎𝚗𝚝𝚒𝚌 𝙷𝚎𝚊𝚛𝚝𝚜🍂𝙸𝚗 𝚊 𝙷𝚎𝚊𝚛𝚝𝚋𝚎𝚊𝚝

Capítulo 19: Adolescentes en apuros

Corría y dejaba la sombra de las nubes por detrás, tragaba aire por montones y podía sentir sudor frío resbalar por su cara. Corría sin voltear atrás, huyendo de la inminente desgracia que le esperaba si se detenía por sólo un instante. No contaba con los pulmones más fuertes, o las piernas más ágiles, pero en esas situaciones hasta los nerds corrían como atletas. 

   Corría tanto que se sorprendía a sí mismo, ya ni siquiera sentía su ojo morado. Victor estaba siendo perseguido por un perro enorme y no sabía por cuánto más sus piernas podrían mantener el ritmo, cada vez las sentía más pesadas.

   Graciosa era su situación, parecía que realmente no era el favorito de la vida. Creía que nada podría ir peor ese día, después del incidente con Dean. Por supuesto tendría que explicar su moretón de otra manera, a sus padres y quien fuera que preguntara. "Usa tu imaginación." le había dicho su hermano mayor, antes de tomar las llaves del auto y salir de casa.

   De cualquier manera no era como si fuera difícil encontrar una explicación creíble. Media escuela le haría algo así a un nerd solitario de su calibre. Lo difícil sería convencer a James y a Sherwin, más a James. No quiso quedarse en casa con todas esas cosas en su cabeza, por lo que decidió salir a tomar aire fresco. Mala idea.

    Unos cuantos pasos fue todo lo que tomó antes de escuchar un ladrido fuerte e intimidante detrás de él. Un San Bernardo de dos toneladas mínimo le gruñía como si fuera a comérselo vivo. Victor trató de convencerse que no estaba pasando en realidad, volteaba a ver a todas partes pero él era el único en la calle. 

   Y ahora estaba en el centro del condado. No tenía idea de cuánto tiempo llevaba corriendo, o cuántas personas se había topado en el camino, todas viéndolo pasar siendo perseguido por el perro. ¿Por qué nadie hacía nada?, sólo se quedaban mirando y angustiándose como si eso fuera a hacer algo para salvarlo. Seguro eran las mismas personas que rezaban antes que actuar.

   "No veas atrás, no veas atrás, no veas atráaaaas", volteó a ver atrás sin hacerse caso a sí mismo y sus consejos, sólo para llevarse de corbata a una pobre alma al dar vuelta en la esquina. Vaya que había dolido, pero al menos él se había llevado la mayor parte del golpe. Eso era lo bueno, de otra manera no podría mostrar la cara a quien fuera que había arrollado por accidente.

   Podía escuchar su nombre vagamente, pero todo le daba vueltas y veía algo borroso.

—¿Estás bien? —sobándose la cabeza abrió los ojos, distinguiendo bien esa voz y ese aroma a sandía. —¿Victor?, Victor.

No podía ser, de todas las personas con las que pudo haberse estrellado ¿tenía que ser ella?

—¿Su-suzie? —sus pupilas se achicaron, sus rodillas comenzaron a temblar como marimbas y no podía hablar bien. 

Sabía que era descortés después de haber chocado con ella, pero no podía siquiera aceptar la ayuda que le ofrecía la chica para levantarse. Peor aún, a espaldas de ella se asomaba corriendo el gran perro del demonio que no lo dejaba en paz. Fue algo vergonzoso gritar tan aterrado como lo hizo, pero si se lo comía el San Bernardo no tendría que vivir para afrontar las consecuencias de sus actos.

—¡Aaaahhhh!

—¡Cookie, sentado! —ordenó de una la menor, deteniendo al enorme perro tal fácil como contar hasta el 3. —Buen chico, ¿qué haces persiguiendo a Victor? Theo se va a preocupar cuando vea que te escapaste de nuevo. —dijo Suzie acariciando la cabeza del perro, dejando que se olfateara con Chester. —No te hará nada, tranquilo. —le dijo esta vez a Victor, ayudándolo a levantarse con una sonrisa.

—¿E-estás segura? Se ve como si quisiera arrancarme la pierna.

No confiaba de alguna manera, seguía viéndolo con recelo y gruñía todavía. De un sólo mordisco le podría arrancar el brazo sin problemas.