𝙰𝚞𝚝𝚑𝚎𝚗𝚝𝚒𝚌 𝙷𝚎𝚊𝚛𝚝𝚜🍂𝙸𝚗 𝚊 𝙷𝚎𝚊𝚛𝚝𝚋𝚎𝚊𝚝

Capítulo 18: Cambio de planes

En la sala de la residencia Valentine ya se encontraba cierto par de amigos, trabajando arduamente en sus proyectos para la próxima feria de ciencias, como habían sido informados en el boletín escolar. 

   Sherwin se había percatado rápidamente de lo sencillo que era trabajar con Jonathan, mucho más fácil que con James y más rápido que con Victor sin duda alguna. Jonathan por su parte no tardó más en darse cuenta igual, a pesar de que estaba acostumbrado al alto rendimiento que Sunny exigía de él y Julien cuando hacían proyectos juntos. En serio, parecía que los profesores disfrutaban llenarlos de tareas de vez en cuando sin razón aparente. Por suerte Sherwin era el balance perfecto entre hacer tarea y malgastar el tiempo, no tenía que preocuparse de nada y eso le relajaba de gran manera.

   Era un lindo día en West Sprout, incluso en la sala de la casa se sentía el sol y el aire fresco de afuera. Sherwin sabía bien que su mamá los estaba vigilando, porque ya iban seis veces que cruzaba de la cocina a las escaleras y viceversa. Sí, las había contado.

   Sherwin construía la base de su volcán a escala, pues siempre había querido hacer uno y verlo hacer una gran erupción, aunque supiera que así no era como realmente funcionaban. Mientras, Jonathan leía sobre su nuevo proyecto en un libro de pasta dura, con la cabeza colgando del sillón y los pies balanceándose en el respaldo, cosa que sabía le haría doler la cabeza, pero se sentía genial de todas formas. 

   Jonathan había cambiado de parecer tres veces ya, Sherwin le había dicho que fuera con su primer idea e hiciera una máquina de movimiento perpetuo con imanes, pero el moreno simplemente no creía que fuera lo que realmente quisiera hacer, a parte de que el movimiento perpetuo tenía mala fama de nunca funcionar.

   No, ahora Jonathan leía ávidamente, y de cabeza, un libro de ciencias naturales, sonriendo al encontrar lo que había estado buscando todo ese tiempo.

—¡Lo tengo! encontré mi proyecto de ciencias. —emocionado se integró sin dificultad alguna en el sillón, causando un poco de envidia en Sherwin, pues él siempre terminaba cayendo o resbalándose hasta el piso.

Y tomando asiento en la alfombra de la sala, junto a Sherwin, le mostró el libro al pelirrojo chico manchado de pintura y papel maché.

—¿Huevos de gallina? —preguntó Sherwin arqueando una ceja, deteniendo sus pinceladas.

—Documentaré el proceso de eclosión. Sólo necesito una docena de huevos fertilizados y una incubadora. —dijo Jonathan, recargándose contra Sherwin como si fuera su respaldo personal.

Sobraba decir que se habían acostumbrado a estar a sus anchas el uno con el otro y el espacio personal era un concepto ya ajeno a ellos. 

—¿Una docena?, ¿qué piensas hacer con tantos, iniciar una granja? —respondió sarcástico Sherwin, empujando con su hombro a Jonathan.

—Tienes razón, seis bastarán. Estoy seguro que el señor Jenkins tendrá algunos que me pueda prestar. —contestó feliz Jonathan, ignorando por completo los intentos de Sherwin de hacerlo enojar y recargándose con más ganas contra él.

Con la nariz metida en el libro sintió al pelirrojo removerse en su lugar, claramente teniendo problemas para pintar su volcán. Sabía bien que Sherwin era un exagerado, no pesaba tanto.

—¿Estás cómodo? —preguntó el pecoso y Jonathan casi pudo sentir sus ojos rodar hacia su dirección.

—Bastante, gracias por preguntar. —no sintió remordimiento alguno al contestar, con la sonrisa juguetona más atrevida que había tenido jamás, hasta que recibió un golpe en el brazo que lo hizo aguantarse una risa. —Después te puedes recargar en mí, no hay problema. —dijo relajado, sintiendo el cuerpo de Sherwin tensarse un poco.