𝙰𝚞𝚝𝚑𝚎𝚗𝚝𝚒𝚌 𝙷𝚎𝚊𝚛𝚝𝚜🍂𝙸𝚗 𝚊 𝙷𝚎𝚊𝚛𝚝𝚋𝚎𝚊𝚝

Capítulo 9: En las buenas y en las malas

En la anaranjada despedida de la estrella más grande se encontraba la curiosa mirada de un joven adolescente en una encrucijada. Perdido en pensamientos de un futuro incierto se encontraba Jonathan Bravo, aquel chico al que las mismas estrellas que ahora observaba habían bendecido ese mismo día.

   Recargado en el balcón del segundo piso de la ostentosa mansión se encontraba, recibiendo el fresco viento nocturno que se adentraba a la amplia y ordenada habitación. Comenzaba a sentir algo de frío en sus brazos, pero eso le pasaba por estar ahí parado con las mangas arremangadas. 

   Jonathan solía vestir bastante cómodo fuera de la escuela, a diferencia de lo que creían los demás. Sin embargo, esta vez había decidido su atuendo erróneamente, vistiendo una camiseta blanca sin mangas bajo su camisa azul y sus pantalones cortos de mezclilla, desgastados por el juego. Había olvidado que el otoño empezaba a hacerse notar, adiós a los días de verano. 

   La habitación de Sunny al menos era lo suficientemente tibia, y al estar cubierta de alfombras suaves Jonathan disfrutaba de la regla de no usar zapatos dentro, aunque su amiga siempre se molestara y lo regañara por pisar su alfombra con sus calcetines "sucios", una ofensa real pues Jonathan siempre iba limpio a todas partes. 

   Pero esta vez no había recibido tales comentarios de broma, pues su amiga estaba bastante entretenida con los recientes avances en su amistad con Sherwin, desde la comodidad de su afelpada alfombra rosa. 

   Habían pasado lo que quedaba de la tarde platicando al respecto, pero ahora que ya había anochecido Sunny lo había invitado a pasar la noche en su casa. Después de todo la única a quien podía acudir con tan difícil situación era Sunny, y vaya que Jonathan estaba sin idea alguna de qué hacer, pues nunca se había esperado nada de lo que le estaba pasando.

   Recostada en la cama, con las piernas danzando en el aire, la porrista causó una avalancha de emociones dentro del moreno con una corta y simple pregunta.

—¿Qué le dirás a tu padre? —cuestionó con intriga pura.

—¡¿M-mi padre?! —por su parte Jonathan estaba demasiado avergonzado y preocupado por la implicación de su mejor amiga. 

¿Debería decírselo?, no se le había cruzado por la cabeza hasta ahora, seguía procesando el hecho de que le gustaba alguien para empezar. Todo era nuevo, desconocido y aterrador para él.

—Duh, ¿que no piensas salir con Sherwin? —rodó los ojos la chica de coleta, Jonathan estaba con la cara ardiente a pesar de estar recibiendo el aire frío de lleno. —¿Qué no te gusta? —alzó una ceja intrigada.

Por su parte Jonathan se tomó su tiempo para contestarle, parecía haberse encontrado con una pregunta difícil en uno de los exámenes del profesor Dorton.

—Yo no- quiero decir... No lo sé, esto es muy confuso Sunny. —dijo tomando asiento en la cama, con un brazo sobre su rodilla y una pierna colgando del borde. —Tal vez sólo estoy confundido, eso es todo. —contestó indeciso mientras veía hacia el balcón y dejaba que su mente se infestara de pensamientos de personas que no valían la pena, de lo que dirían, de lo defraudados que estarían.

Sunny supo de inmediato qué atormentaba a su mejor amigo y decidió tomar cartas en el asunto. Ya era suficiente, una tras otra lo había visto abandonar sus deseos, callar sus opiniones y seguir las instrucciones o consejos de otros en su vida. No más, Jonathan se merecía un respiro y más con la única cosa que lo había puesto tan de buenas en mucho tiempo, Sunny no iba a dejar a su mejor amigo sucumbir ante los demás como siempre lo hacia.

—De acuerdo olvida lo que dije, no quiero que pienses en tu papá, o en nadie más que ti Jon. Sólo cierra los ojos y responde honestamente... ¿te gusta Sherwin o no? —preguntó seriamente, con el ceño fruncido, al chico que le daba la espalda viendo hacia el cielo estrellado.