Doctor membrana. (ZaDr)

valor

-hija, ¿porque no bajas pintar?, ¿Estas bien?- el pelinegro se acerco a la casa d árbol que le había construido a la manor, se le hacia tan extraño que últimamente no había tocado sus pinturas o dibujado algo.

-estoy bien, solo quiero estar sola- contesto la pequeña desde arriba si asomarse.

Dib se preocupo, ya que su hija nunca había actuado de esa manera antes, así que sin avisarle subió por aquellas escaleras de madera, hasta llegar a la casita la cual estaba llena de peluches y colores, observo y vio a su hija en una esquina mirando hacia un punto fijo sin expresión en su rostro, lo cual alarmó al menor que fue donde ella estaba -¿mi niña?, ¿que tienes?-

La menor al escuchar a su padre cerca de ella, rompió en llanto aferrándose a la bata del mayor con fuerza, este empezó a acariciar su cabello tratando de tranquilizarla, quería saber que tenía su pequeña, su princesa como el le decía, pero no podía presionarla, así que con la paciencia que solo un padre amoroso con sus hijos tiene, espero a que esta se calmara para poder hablar.

-ahora si dime mi niña- dib limpio las pocas lágrimas que aun tenia su hija en sus mejillas con el pulgar- ¿que sucede?, me tienes preocupado al igual que a tu mamá...

-mamá no se preocupa por mi- conesto la menor con expresión seria- ell-a espera demasiado de mi y yo-o, no puedo llenar sus expectativas..

-oye, no digas eso.. tu madre puede ser algo estricta pero solo lo hace por tu bien.. quiere que seas una niña de bien- comento dib mintiendo obviamente, conocía lo que era tak cuando se quedaba a solas con la niña, nisiquiera la procuraba cuando estaba enferma, pero no podía decirle eso a su pequeña, ya que apesar de que fuera muy madura para su edad, seguía siendo una niña.

-papá- dijo la niña sacado de sus pensamientos a dib- ¿te puedo hacer una pregunta?.

-si, claro mi amor dime- contesto este cariñosamente.

La pequeña suspiro, estaba decidida a encontrar la verdad -t-u.. ¿Porque te enamoraste de mamá?.

La pregunta dejo impactado a dib, ya que no tenía una respuesta concreta para eso, ¿como decirle a su hija que no amaba o sentía el mínimo sentimiento por la que era "su esposa", jugo con sus dedos un poco nerviosamente hasta que dijo -pues.. nos conocimos muy jóvenes y las cosas se fueron dando..- sonrio forzadamente esperando haber convencido a la menor que solo lo miraba de manera seria.

"Esta mintiendo"- se dijo así misma la pequeña- entonces..  ¿mamá es tu verdadero amor?.

-s-i, mi verdadero amor- conesto dib serio.

La pequeña dejo escapar un suspiro, tomando la mano de su padre y bajando de la casa del árbol en silencio, llegaron hasta la sala con tranquilidad pero se sentía el ambiente demasiado tenso entre ambos.

-¿porque me mientes papá?- pregunto la menor viendolo detenidamente.

-¿de que hablas?, y-o- dib no termino de hablar cusndo vio a su hija quebrarse nuevamente, este la tomó entre sus brazos, sentía que el corazón se le estaba rompiendo en mil pedazos al verla así.

-perdoname papá, perd-on- decía entre sollozos la menor.

Dib se alarmó, pero una punzada en el pecho le estaba anunciado que pronto las lágrimas iba a empezar a traicionarlo- mi niña.. dime porfavor.. ¿que tienes?, ¿porque me pides perdón?, de unos días para acá.. te he visto triste.. no quieres pintar, ni quieres jugar o comer bien.. por favor confía en mi.. sabes que te adoro y me duele verte en este estado tan frágil..

-¡por mi culpa.. tu dejaste de sonreír papá!- exclamó la menor llorando- por mi.. tu no has sido feliz.. por mi culpa...

Dib abrió los ojos.. no sabía que estaba pasando -¿ pero porque dices eso..?, dime.. ¿por que piensas que no soy feliz?.