pastelitos

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-¡Entonces tu y el cabezón...?-

-si, nos volvimos a encontrar- dijo zim sonriendo.

Esteban se dejó caer en la silla mientras sonreía -sabía que ustedes dos se volverían a ver en cualquier momento pero no pensé que fuera asi-

-si, quiero decir solo no abrazamos y..- zim jugaba con sus dedos nerviosamente.

-zim, soy tu amigo desde hace mucho y se que no dejaste de amar a tu querido profesor- sonrio este- dime la verdad ¿volverán a intentarlo?.

-yo.. no lo sé, solo nos vimos en ese momento, después el tuvo que empezar una conferencia y cuando terminó no lo volví a ver- dijo este mirando al suelo.

-deberias ir a verlo o hablarle- dijo esteban -zim, amigo hablo enserio ve y búscalo, el es tu felicidad y lo sabes amigo.

Zim asintió con la cabeza algo apenado, si había pensando en ir a ver al pelinegro, pero ¿que le diría?, o como empezaría la conversación, había pasado ya el tiempo y.. aun sentía los nervios a flor de piel cuando estaba cer a de el.

-buenas tardes- llego red a la cocina- ¡zim!, que gusto, ¿tiene mucho que llegaste?.

-no, vine a visitarlos- dijo este saludando-.

-entiendo, esteban amor, iré a recoger a ni hermano al aeropuerto- dijo este tomando la mano de su pareja - llegare en la noche, estaré bien ¿deacuerdo?.

-si, pero ten cuidado en la carretera- comento esteban.

-nos vemos zim, salúdame a gretchen y tu pequeño- se despidió para salir por la puerta.

-vaya, ustedes si son la pareja perfecta- sonrio zim tomando un poco de té-

-no todo ha sido de color de rosa, tenemos nuestras altas y bajas pero el amor siempre ha estado presente-

Pasaron los minutos y ambos amigos estaban conversando tranquilamente hasta que oscureció.

-debo irme amigo- dijo zim levantándose-

-deacuerdo, nos vemos en fin de semana- se despidió este.

Zim acomodo su abrigo para caminar por aquellas calles oscuras y frías, ya era tarde pero quería pasar primero por unos pasteles que le gustaban a su hijo, por lo que prefirió caminar a la pastelería que estaba en el centro y de ahí tomaría un taxi de regreso a casa.

Llegando al establecimiento vio la vitrina hasta dar con los favoritos de su hijo.

-quiero 2 pastelitos de vainilla porfavor- dijo este a la encargada.

-claro, enseguida- dijo la encargada.

-¡papá!, vamos quiero un pastelito!-

-esta bien hija, aunque ya es tarde y aun no has cenando- reprocho una voz masculina.

Zim reconoció esa voz rápidamente, volteando hacia la puerta viendo a dib con la pequeña gazeline.

-¿zim?- dijo dib acercándose a este -

-hola- saludo tratando de sonar tranquilo-

-¡profesor!- grito la pequeña al ver a zim de frente- ¡es un gusto verlo de nuevo!-

Zim sonrio al ver a la pequeña ya crecida junto con dib -hola gazeline, cielos has crecido bastante.

La pequeña asintió felizmente -ya dibujo mejor-

-eso ne alegra, siempre supe que tendrías talento para esto- le guiño el ojo.

-¿disculpe puede ayudarlo en algo?- pregunto la encargada mirando a dib.

Doctor membrana. (ZaDr)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora