Doctor membrana. (ZaDr)

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- buenos días mi amor- le susurraba dib en la oreja al menor mientras lo envolvía con sus brazos para acercarlo a su cuerpo y besarlo cariñosamente - es hora de despertar dormilón.

Zim abrió sus ojos poco a poco, no había podido dormir en la noche a causa del sinfín de cosas que pasaban por por cabeza, sentía que la cabeza le daba vueltas y sus ojos picaban - buenos días profesor- sonrio al ver a su amado tan cerca de el que le correspondió el beso.

- hoy te haré de cocinar- sonrio el mayor.

- quemarás la cocina - dijo zim burlándose.

- tu solo confía en mi- dicho esto el mayor se puso de pie para bajar las escaleras.

Más tarde el pelonegro entró con una bandeja en manos - te dije que si podría zim- comento en forma victoriosa colocando una pequeña mesa en la cama - espero te gusten -

Zim sonrio y sus mejillas se tornaron con un carmesí delicado, dos tostadas un poco de fruta y un jugo de naranja.

¿ así se sentía la felicidad?.

Empezó a comer con verdareo entusiasmo mientras el mayor lo veía y mimaba en ocasiones.

- dib.. yo..- empezó a hablar zim pero el celular del mayor empezó a sonar.

- es tak, discúlpame un momento zim- se puso de pie y salió de la habitación para contestar dejando a un cabizbajo zim.

- tienes que seguir con esto- se decía el menor a su mismo controlando sus sentimientos - desde un inicio esto no tenía futuro... controlate- terminó de comer y entró al baño para tranquilizarse.

-¿ es enserio?- dijo dib mientras sonreía  de oreja a oreja - no puedo creer que mi pequeña perdiera su diente, aunque si te soy sincero ya se había demorado - sonrio este.

- ella está bien y feliz, dice que vendrá el hada de los dientes - conesto tak por la otra línea.

-ohh mi pequeña, amaría haber estado con ella en un momento así- dijo este - ¿puedo hablar con ella?- pregunto este.

- aun sigue dormida, estuvo toda la noche despierta esperando a la hada hasta que el sueño la venció-

-  entiendo, bueno le hablo en la noche- colgó dib, cuando se dio la vuelta noto que zim estaba detrás de él con una sonrisa ligera en su rostro.

-¡ por venus!- replicó dib haciéndose hacia atrás- amor, has algún ruido o algo que casi me matas de un infarto.

- es la edad- se burlo zim - ya estas algo viejo profesor-

-¿seguro?- dib tomo de la cintura a zim para acercarlo a el y mirarlo con esos hermosos ojos ámbar que provocaban un cosquilleo en zim - que yo recuerde.. Este viejo aguanta más rondas de sexo tu tu- sonrio besando a zim.

Este se avergonzó agachando la mirada escondoendo su cara en el pecho del mayor -tonto- dijo este provocando una risa en zim.

Salieron de la cabaña agarrados de la mano rumbo a la playa nuevamente, dib comió algo rápido en el camino ya que este haciendo el desayuno de zim olvido el suyo.

-¿sabes zim?, podríamos venir aquí en vacaciones- dijo el pelinegro sentándose en la arena.

- no creo que red nos quiera prestar su casa a cada rato, ya esta con esteban y ellos querrán tiempo para estar solos- contesto zim.

-eso lo se, me refiero a comprar una casa por aquí cerca, seria nuestro escape de la rutina, para dedicar a amarnos el uno al otro-

Zim abrió sus ojos, se sonrojo un poco logrando que se pusiera algo nervioso.