My Revenge. (Starker)

32.

Unas semanas pasaron y la noticia ya estaba en boca de todos, incluso Peter estaba recibiendo apoyo de fundaciones, las cuales agradeció más no tomó la ayuda.

Las personas del instituto le permitieron continuar sus estudios aún a distancia, dado que todos lo que trataban de hacer era proteger la dignidad de joven y finalmente era eso todo lo que mantenía a Peter enfocado. Cuando no estaba ocupado en sus tareas, estaba ocupado en el caso y cuando no estaba en ninguna, estaba en su cama pensando en todo lo malo que estaba haciéndole a Tony. Pasó sus días en crisis pero Quentin se aseguraba de recordarle que si mandaba todo al demonio ambos iban a arruinar su vida y aunque Peter cansado intentó varias veces ir a la Policía y retirar la denuncia, Quentin siempre aparecía para detenerlo.

Y aunque al principio eran amenazas verbales, pronto se volvieron violentas en menor escala dado que Quentin solía tironear de él y encerrarlo, asegurando que era por su seguridad, puesto que los medios seguían acosando al joven en el edificio. Y Peter accedió a hacerlo, sin saber que en días iba a desesperarse y encontrarse con que Quentin estaba manejando todo por él, los medios, los abogados, los fiscales y el juicio.

Quentin era la imagen de su caso, tomándose atribuciones que no le correspondían y revictimizando a Peter.

Peter estaba cansado, pero no podía hacer demasiado, porque era todo lo que tenía. El timbre sonó y como de costumbre de acercó no sin antes tomar un cuchillo para amedrentar a quien quisiera hacerle daño.

—¿Quién es?

Preguntó asustadizo.

—Necesito hablar contigo, Parker.

Su cuerpo tembló cuando escuchó esa voz.

—Lárgate o llamaré a la Policía.

—No quiero lastimarte. Sólo quiero hablar de hombre a hombre.

Peter se aleja un poco de la puerta por si Joseph se atreve a golpearla.

—Habla desde ahí.

Joseph suspira pero no tiene más opción.

—Debes parar de una vez. El viajo va a morir ahí dentro.

—No pienso discutir sobre esto contigo. Vete o llamo a la Policía.

—Haré lo que quieras pero retira la denuncia. Cúlpame a mí si eso quieres, pero él no va a soportar mucho tiempo. Y tampoco tuvo culpa de nada de lo que lo acusas. Fuiste tú quien planeó todo.

Peter suspira.

—Vete, Joseph.

Joseph maldijo.

—Abre la puta puerta y déjame verte a la cara, maldito cobarde.

Y en un impulso de valor, Peter abrió la puerta y lo miró.

—Habla, si te acercas no dudaré en apuñalarte.

Joseph lo mira serio.

—Acaba con esto de una vez, Parker. Ya fue suficiente. Tony no te hizo todo lo que dijiste y lo sabes.

—¿Cómo sabes que no?

Joseph se acercó pero Peter alzó el cuchillo. Cosa que lo detuvo.

—¡Porque mi padre te amaba, maldito estúpido! Y tú a él. Porque así fue ¿No? Te gustan mayores, pequeña puta.

—FUERA DE AQUÍ.

Gritó furioso tirándole la puerta pero Joseph la detuvo.

—¿Sabes todo lo que puedo hacerte, no? Así como estás jodiendo la vida de mi padre puedo personalmente encargarme de ti. Y no va a gustarte, pequeño maldito.