My Revenge. (Starker)

34.

Han pasado varios meses desde el juicio,  Peter trabaja por recopilar detalles para poder retirar los cargos de Tony, y ha quedado con Harry quién después de meses había vuelto a hablar con él y había estado dispuesto a ayudarle con todo. Sin embargo ambos se mantenían al pendiente de Quentin Beck quien seguía creyendo que Peter iba a mantener los cargos.

Peter pasaba horas tratando de encontrar la manera de hacer encajar todo, y Harry le daba ideas. Lo que ambos no sabían es que tras ellos Joseph también estaba trabajando en un plan para acabar con todo desde la raíz, dicho plan involucraba la adquisición de herramientas no muy legales.

Y aunque Joseph creía que era la mejor manera, no de daba cuenta de la afectación que esto traía para su salud mental, misma que estaba por los suelos desde que dejó su tratamiento y lo mantenía violento e histérico.

Son las dos de la tarde cuando Peter está esperando a Harry que escucha el timbre sonar y corre hasta la puerta, sin embargo no espera para nada lo que ahí se encuentra.

—Joseph.

—Parker.

—¿Qué quieres?

Joseph sonríe levemente.

—¿No puedo visitarte?

—No, y es mejor que te vayas antes de que llame a la Policía.

—Ya no tienes que preocuparte por esas cosas.

Peter suspira y trata de cerrar la puerta pero Joseph es más rápido y empuja la puerta antes de que Peter cierre, pero lo que más sorprende a Peter es cuando está siendo apuntado con un arma por Joseph.

—¡¿Qué haces?!

—Lo siento, Peter.

—B-baja esa arma.

—Es mi única solución.

—Joseph, no hagas esto, por favor. H-hablemos.

—¿Ahora sí quieres hablar conmigo?

—Joseph estás mal, por favor. No hagas esto. Meterás a Tony en más problemas.

—¿Acaso te preocupa lo que le pase? ¡Le jodiste la vida!

Grita furioso sin dejar de apuntarle.

—¡Lo sé y fue un error! Estoy tratando de enmendarlo.

—¿Por qué Peter, por qué él y no yo?

Peter lo mira sorprendido.

—No sé de qué hablas.

—¡Claro que sabes! Fingiste toda esta farsa para acostarte con mi padre. ¡¿Por qué él, Peter?! ¿Qué tiene él que yo no?

—Tú sabes lo que es, tú me lastimaste.

—FUE TU CULPA.

—¿Mía?

—Me rechazaste delante de todos, Peter. ¡Nunca nadie me había hecho eso!

—¿Y por eso estuviste a punto de matarme a golpes? Ni siquiera sabía que yo te gustaba, nunca lo dijiste.

Solloza Peter.

—Te dedique tiempo y espacio, Parker. Nunca lo valoraste. ¿Qué querías que hiciera para que supieras que me gustabas, darte regalos caros, cenas en lujosos restaurantes? Porque fue así como mi padre se metió en tus piernas. ¡Yo también podía dártelo!

Grita furioso acercándose a él. Peter que ha tenido el móvil en su mano intenta marcar al 911 sin ver, pero parece imposible.

—Por favor, vete Joseph. No te hagas esto.