— ¿Sabías que mi apellido significa «grande» o «grandioso» — colgada de cabeza, sosteniéndose sólo con sus piernas, en las barras del parque que se encontraba en su escuela.
— No, no lo sabía — respondió, imitando la acción de la chica, quedando colgado a su lado, mirando todo el panorama, ahora, de cabeza.
— Es alemán... ¿Pero sabes que? — le preguntó, colocando una mano en su mentón.
— ¿Qué? —.
— El apellido queda excelente en mi familia — hizo un pausa — por ser unos grandísimos hijos de puta — sonrió en grande y estiró los brazos hacia su cabeza, para luego soltar una sonora carcajada al imaginar el rostro descolocado de su hermano si la escuchara diciendo malas palabras.
— ¿Por qué? — preguntó con curiosidad, riendo también.
— Bueno... No siempre fuimos Sam y yo. Antes estaba la abuela; mamá de mi papá y... Mucho antes de eso, vivíamos muy lejos de Japón junto a mis padres y demás familiares — se quedó en silencio unos segundos — Sam me dijo que mi comportamiento siempre fue diferente a todos, pero a los dos años descubrieron que no sólo era diferente, sino, que tampoco era normal — suspiró — no me quiso decir el porqué, pero me puedo imaginar algo estúpido... Sam dice que esas personas están algo mal de la cabeza y puedes esperar cualquier estupidez de ellas — soltó una corta risa — simplemente nos mandaron en un avión, directo a la casa de la abuela... Al principio, sólo sería yo, pero Sam se reusó a dejarme y se terminó escapando para venirse conmigo — terminó de contar, acomodándose en el tubo de metal para ya no estar de cabeza.
— Me acabas de contar casi toda tu vida como si nada — comentó el pelinegro.
— Tu también eres un curioso, Bajiro-chan — le giñó un ojo con diversión — no recuerdo nada de lo que sucedió realmente, pero confío en las palabras que me dice Sam. Al menos no me miente, prefiere revelarme la cruel realidad — apretó el agarre en las barras y continuó hablando — aunque agradezco que las cosas sucedieran de esa manera; no me imagino una vida al lado de los seres que se hacen llamar mi familia — una mueca de desagrado se hizo presente en su rostro — si los acontecimientos tuvieran otro orden... Yo no estaría hablando sin parar mientras tú pones caras confundidas por no entender un pepino de lo que estoy hablando jajajaja~ —.
— ¡Es que dices palabras muy complejas! — se quejó — pero si entiendo... La mayoría de lo que quieres decirme —.
— Eso no te pasaría si prestarás atención en clase de literatura y ortografía — lo regañó, cruzando los brazos y frunciendo el ceño.
— ¡Yo pongo atención en clases de literatura y ortografía! — dijo a modo de reproche, haciendo un puchero y enderezandose en su lugar.
— No lo haces... En ninguna clase de hecho... y puedo probarlo — ella sonrió cuando vió que él chico se puso pálido — ¿Que es la mitocondria? — preguntó mirándolo a los ojos, deleitándose con el terror puro que reflejaban estos.
Él le había prometido que sus notas mejorarían, pero se le hacía casi imposible entender los temas que, en su opinión, eran ridículamente aburridos y estaba completamente seguro que no le servirían de nada en su vida.
— No lo sé, eso no me lo han dado aún — se excusó, rogando porqué de verdad haya sido una pregunta trampa y sólo lo estaba probando. Ni siquiera sabía de que materia había venido tal pregunta.
— Mentiroso — le dijo con el ceño bastante fruncido — una chica del club está en tu salón y ayer comentó que le parecía muy interesante la función y partes de la célula... Tema de biología que están dando en todos los de tu grado — entrecerró lo ojos y lo apuntó con su dedo índice — segundo intento, Baji Keisuke. O sino, te quedarás conmigo todas las tardes a estudiar —.
— Ammm... Me rindo — bajó la cabeza con algo de tristeza por escuchar su nombre completo salir de los labios de su amada de cabello rizado.
— Jeje~ no te preocupes, soy suave con mis alumnos — sonrió dulce y tomó la mano de su chico.
=•=•=
— ¡Incorrecto! — le dió un golpe en la cabeza con un cuaderno que había enrollado.
— ¡Dijiste que serías suave! — se quejó, sobando su cabeza con ambas manos.
— ¡Acabas de decir que el sol es un planeta! ¡UN PLANETA, KEISUKE! — gritó, moviendo sus dos brazos frenéticamente de arriba abajo.
Mientras ella le ayudaba a comprender –a regaños y golpes– los temas que le estaban dando en su salón de clases, el hermano mayor de la chica y su amigo, observaban desde lejos.
— Aún puedo escuchar su aguda voz cuando tenía tres años, diciéndome «Todos son seres inferiores con un intelecto de menor capacidad. Ninguno merece mi amor, por eso no voy a enamorarme nunca» y ahí la ves, sintiendo un genuino amor de mocosos, con el niño más idiota que pudo encontrar JAJAJAJAJAJA — se reía Sam, contagiando a su acompañante.
— (N) siempre fue peculiar ¿No? — preguntó, dándole un trago a la lata de cerveza que tenía en sus manos.
— Siempre... Pero eso la hace especial —.
Bye bye~
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Hasta el fin del mundo • Baji Keisuke
Fanfiction- ¡SOMOS LOS REYES DEL MUNDOOOO!... ¡¿ME ESCUCHASTE?!... Somos... Somos los reyes del mundo -. . . . . . -La mayoría de personajes no me pertenecen, créditos a su respectivo creador c: