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Se movía de un lado a otro, notoriamente desesperado e impaciente, pensando en que lo había dejado plantado y todas las cosas lindas que le había dicho días antes, eran una completa mentira y ella solo jugaba con él.

Si... Todo un exagerado.

Miraba con envidia a las parejas que pasaban de vez en vez, algo molesto por sentir que le restregaban su amor en la cara.

Unos toquecitos en su hombro derecho lo hicieron dar un brinquito en su lugar, y dejar las posibles maldiciones que les ponía a todas las parejas que pasaban.

— ¿Llevas mucho esperando? — él asintió con la cabeza — llegaste bastante temprano entonces. Son exactamente las nueve de la noche y es la hora que acordamos — dijo sonriendo levemente, mostrando su celular para que viera la hora.

Abrió los ojos como platos y revisó la hora en su celular, dándose cuenta que estaba una hora y media adelantado. Se golpeó mentalmente por pensar que su chica era una impuntual o que lo había dejado plantado, cuando en realidad, fue su celular quién le jugó una muy pesada broma.

— ¿Estas bien? Te ves pálido — dijo, tomándolo ligeramente de las mejillas, para ver si estaba en buen estado. Obligándolo a encorvarse por la diferencia en alturas.

— Si... Sólo algo nervioso; es la primera cita que tenemos en todo el tiempo que llevamos saliendo — dijo casi en un suspiro — se siente extraño jeje~ —.

— Lo sé — respondió en voz baja, dejando un rápido beso en los labios del más alto.

— ... ¡Avisa primero! ¡Maldición! — gritó de repente, con todo el rostro rojo y cubriéndose un poco con sus manos.

— Jajaja~ adorable — murmuró la chica.

Ambos se dirigieron a donde comprarían las entradas para ver alguna película. Eligieron ir al cine como primera cita, aunque la chica pensaba que era mejor quedarse en el apartamento que compartía con su hermano y ver la película ahí. Pero prefirió no decirlo, él se veía muy ilusionado con salir con ella y no quería quitarle la emoción.

Contando que en el apartamento tampoco tendrían mucha privacidad, gracias a Sam.

— No me gustan las románticas, no me agrada estar rodeada de un montos de chicas llorando porque el protagonista no se queda con quién ellas querían o porque se muere al final — murmuró para sí misma, aunque estaba siendo escuchada por su acompañante — las de terror son muy elegidas entre las parejas aunque siempre es porque el chico tiene otras intenciones y... — hablaba y hablaba sobre las películas que no quería ver y buscando los pros y contras de cada género.

La miraba enternecido, le gustaba mucho prestarle atención cuando entraba en ese estado de pensar en voz alta. Aunque, la mayoría de veces, no entendiera nada de lo que decía.

Y gracias a que ella estaba hablando y hablando, logró ver como iba vestida, sonrojandose de golpe por tal descubriendo. El vestido lila que llevaba puesto junto al enorme abrigo encima –abrigo que le quitó a él cuando el frío comenzó a darle– la hacían lucir muy tierna y hermosa, ante sus ojos.

— ¿Acción o comedia? — preguntó, sacándolo de sus pensamientos.

— ... Lo que tú quieras — respondió luego de unos segundos.

— Sabía que dirías eso jaja~ —.

— ¿Entonces por qué me preguntas? — alzó una ceja confundido.

— Me gusta molestar — sonrió inocente y comenzó a caminar para comprar las entradas de la película que había elegido.

— ¿Te puedo decir algo? — ella asintió — Te ves hermosa — se carcajeó un poco al ver como el rostro de la más bajita, estallaba en un montón de tonos rosas y rojos.

=•=•=

— Agradable... Pero el final fue muy predecible — hizo un pucherito.

— A mí me gustó —.

— Lo sé, casi me revientas los tímpanos cuando te emocionabas —.

— Jajaja~ lo siento — se disculpó entre risas — pero los efectos especiales eran wow y no me pude contener — se cruzó de brazos e hizo el puchero que antes tenía su pareja.

— Bajiro —.

— Dime —.

— Me gusta estar a tu lado — confesó, apretando un poquito el agarre en las manos en que estaban entrelazadas.

— A mí tambi- — fue interrumpido por un beso rápido, otra vez — ¡Te dije que avisaras! — y como la vez anterior, el sonrojó gobernó su rostro en pocos segundos.

— Es más divertido si no sabes cuándo va a veni- — fue interrumpida de la misma manera que ella lo había hecho con él — ¡Keisuke! —.

— Tienes razón, es divertido —.


Bye bye~

Hasta el fin del mundo • Baji KeisukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora