6. Duelo. "Muerta en vida"

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¿Muerta en vida? ¿Será posible estar en ese estado...? Yo me sentía así, es como si todo a tu alrededor hubiese perdido el sentido. Solo parecemos un espectador viendo cómo suceden las cosas, te desligas de la realidad. Es la peor sensación que puede sentir un ser humano, duele más que una herida física, porque una herida física cicatriza y deja de doler pero esta sensación no, el tiempo te lo apacigua pero siempre existirá en el fondo de nuestros corazones, una parte de nosotros se muere con esa experiencia.

El tiempo parecía ilógico para mí, el llanto de sus hermanos y de sus amigos me estaban volviendo loca, era tan desgarrador e irreal, no podía asimilar los hechos, mi mente estaba en blanco, o quizás envuelta en la oscuridad, no podía pensar ni analizar nada, solo mi corazón sentía pero estaba sangrando, era intocable, sangraba descontroladamente por el dolor punzante que me lo oprimía; me movía detrás de los demás como un autómata mientras mis lágrimas no cesaban.

Durante el viaje de regreso a mi ciudad, la brisa balanceada mi pelo y me acariciaba la piel, pero ese cuerpo no parecía mío, me sentía en un cuerpo ajeno, es como si mi alma me hubiera abandonado, parecía una piedra que si me hicieran un corte en la piel con un cuchillo me dejaría desangrar o pediría más para sentir algo diferente de lo que se estaba apoderando de mi. Por un momento pensé en la posibilidad de lanzarme en pleno viaje, quería acabar con mi vida, ya nada tenía sentido para mí , mi vida no era importante, pero en un rinconcito de mi mente me acordé de la mujer que me había dado la vida, no era justo que ella sintiera lo que yo estaba sintiendo en ese instante, eso sería ser tan egoísta. Ese pequeño pensamiento de lucidez en la oscuridad me contuvo. Pero más lloraba , no podía controlar mis lágrimas , fluían solas sin contenerse.

Cuando llegue a mi habitación, me tiré en la cama desconsolada , no tenía conciencia de quienes estaban allí, solo sé que me abrazaron, me hablaron, no entendía lo que decían, es como si me hablarán en otro idioma, solo veía que sus labios se movían. Pasé todo un día sin comer ni bañarme, mis amigas de la universidad llegaron a visitarme, me abrazaron, me dieron el pésame, una de mis amigas se quedó conmigo en el cuarto, me dirigió al baño me desvistió y me baño, no tenía ni vergüenza de que viera mi desnudez pues yo no estaba en mis cabales, solo me dejaba conducir no era capaz ni de levantar el paño para secarme, ella hizo todo. Después que me vistió, otra de las chicas entró con una taza con caldo y me dieron de beber con la cuchara como si fuera un bebé, solo bebí algunos sorbos. No recuerdo en qué momento se retiraron tampoco recuerdo en qué momento me quedé dormida.

Al día siguiente mi prima me ayudó a vestirme, teníamos que ir al sepelio, allí reaccioné, me arreglé como si fuera a ir a una cita, lo sentí como eso . Mis lágrimas se contuvieron, me esforcé en mi apariencia, aunque me veía terriblemente devastada, mis ojos estaban muy hinchados de tanto llorar. Mi cuñado se tardó en venir por nosotras, me sentí muy nerviosa, lo quería ver, iba ser la última vez que lo vería físicamente, mi corazón latía muy rápido como si estuviera conteniendo algo, como si quisiera explotar.

Al fin íbamos en camino, todo me parecía como en cámara lenta, yo miraba por el retrovisor, todo se veía tan normal pero no me sentía como yo misma, no me podía sentir. Cuando mi cuñado estacionó el auto bajé sin esperar a nadie, había mucha gente, algunos me miraban, hablaban de mi, veía como movían sus labios, quizás se compadecieron de mi situación, me dirigí a la sala donde tenían el ataúd, camine despacio, solo veía a dónde iba, lo demás se desvaneció para mí, los rostros alrededor eran irreconocibles, mi mente no procesaba nada. Al fin llegué cerca del ataúd, lo miré detalladamente, lo habían vestido muy elegante, tenía puesto una camisa celeste con una corbata y su chaqueta. Se veía tan hermoso, mi mente viajó a un futuro que nunca sucederá viéndolo vestido de esa forma en nuestro matrimonio, mi corazón se encogió de tanto sentir dolor, toqué el cristal con mis manos temblorosas, se sentía tan frío, lo tenía tan cerca de mi y tan lejos a la vez, miré sus ojos cerrados los cuales más nunca abriría para mirarme como solía hacerlo, vi como estaba tan estático sin respirar, después que tantas veces podía sentir su respiración en mi piel, y no pude más...me rompí nuevamente encima del cristal, mis lágrimas estallaron otra vez con mucha intensidad como si hubiera sido el momento en que recibí la noticia de su muerte ...solo recuerdo que mi prima me llevó a una parte para que me pudiera sentar. Me abrazó muy fuerte mientras yo lloraba. No se en que momento me dormí en medio de la gente, tampoco tenía conciencia de la hora, solo sé que ella me movió un poco para despertarme, me dijo que ya lo iban a enterrar.

Corazón sin riendas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora