Después de aceptar que ella me gustaba, no pude escribirle temprano como acostumbraba hacerlo. Una fuerte tormenta fue la causante de que nos quedáramos sin servicio eléctrico. Tenía tantas ganas de saludarla pero fue imposible.
En horas del medio día se restableció el servicio eléctrico y pude recibir el mensaje que me envió desde temprano-: ¡Hola! ¿Cómo amaneciste?, ¿Qué tal tu día? -Me sentí tan feliz leyendo su mensaje, que le escribí sin perder tiempo saludándola, aunque en su país ya era más tarde:
—¡Hola! Estoy bien. ¿Y tu? Disculpa que no te haya podido responder antes porque nos quedamos sin fluido eléctrico y apenas es que se va restableciendo.
—Aah...está bien. No puedo seguir conversando contigo, estoy muy ocupada, tengo que salir a un compromiso muy importante. Luego hablamos. Adiós.
—Ok. ¡Que te vaya bien! Hablamos a lo que regreses.
Me sorprendió su actitud, la sentí muy seca como molesta conmigo, pero me imaginé que realmente andaba apurada. Me quedé mirando las horas, para saber cómo le fue. Traté de distraerme haciendo cualquier cosa pero el tiempo iba a paso de tortuga.
Por fin no me aguanté más y les escribí como 5pm , calculando que ya sería como 10 pm en su país, eso significaba que ya debería de estar de regreso en su casa.
—¡Hola! ¿Cómo te fue? Supongo que ya estás en tu casa...
—Me fue mal...no quiero hablar con nadie. Mañana te escribo.
Esa respuesta me dejó muy triste. Si antes me contaba su problema, no imaginé cuál sería la diferencia con ese entonces.
Al día siguiente no recibí ningún mensaje suyo en todo el transcurso del día, siendo que antes siempre me escribía primero, no soporté la incertidumbre y le escribí como en horas de la tarde.
—¡Hola! ¿Cómo estás? El otro día me dijiste que yo ocupaba un huequito en tu corazón de hielo. Dime si realmente estás mal por tu compromiso de ayer o me estás evadiendo, porque así lo siento. Si es así, dime para no molestarte.
—La verdad es que no quiero hablar con nadie. Me caes bien, me gusta conversar contigo pero hoy no estoy de ganas para platicar ni siquiera contigo. Cuando me siento así no quiero que me molesten, quiero estar sola. De pronto dentro de dos o tres días me sienta mejor y hablamos.
Esa respuesta fue como un balde de agua fría para mí, de repente lloré de la nada, como si fuera una tonta, no me podía contener. Me dolió demasiado que me respondiera de esa forma, no podía parar de llorar, sentí como si mi corazón fuera aplastado o cortado en pequeños trocitos, lo sentí apretándome como si me sangrara por dentro, no podía creer que esa chica fuera tan importante para mí, allí entendí que estaba perdidamente enamorada de ella , no sólo me gustaba y me atraía como lo había pensado antes, realmente la amaba como nunca había amado a alguien en toda mi vida, no me preocupó ni me importó que ella fuera una mujer, ni que yo estuviera casada, solo sé que mi corazón me dolía por ella, porque la amaba.
Ese día me dio gripe, me alegré mucho por eso porque sino mi esposo se hubiera dado cuenta de mi estado emocional, él hubiera sospechado que algo malo me estaba ocurriendo, porque mis lágrimas salían sin contención, yo no lo podía evitar, es como si mi alma sangrara por el desamor, cuando la recordaba solo lloraba, al menos pude justificar que esas lágrimas eran por la alergia de la gripe. No dormí nada aquella noche, estaba demasiado triste, no pude dejar de pensar en ella y me dolía tanto que ella no quisiera hablar conmigo, me sentí rechazada, mi autoestima estaba por el suelo. Al día siguiente me prometí a mi misma no escribirle más, no podría ser tan masoquista en insistirle a alguien que no me quería, ya que me dolió mucho como me habló, más me dolió saber que la amaba y que ella ni siquiera me quería hablar.
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Corazón sin riendas.
RomanceYo tenía mi vida hecha con un matrimonio feliz, ya había pasado por todas las etapas del amor pero jamás imaginé enamorarme nuevamente, mucho menos de una chica hasta que la conocí a ella, alguien que nunca vi en persona y que vive en otro continen...