18. Miedos

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Pareciera que el destino se hubiese confabulado en nuestra contra. Por situaciones ajenas a nuestra voluntad todo cambió de forma abrupta; Carolina recibió una solicitud de amistad por Instagram, era de una chica que según ella se parecía a mí, en vez de aclarar las cosas, cometí la estupidez de no desmentir los hechos, yo estaba molesta con ella porque durante esa semana casi no me escribió, cuando vi sus mensajes fui tan tonta e inmadura que no quise leerlo en el instante, leí todo en la madrugada del siguiente día, a lo que me alteré por las cosas que me dijo:

-¡Hola! (Enviado : Venezuela 10am- España 4pm, leído 2am).

-¿Dime si tienes otra cuenta en Instagram, una personal? ¿Eres tú verdad? (Enviado : Venezuela 4pm- España 10pm, leído 2am).

-Leí todas tus reflexiones...sé que eres tú...No se qué ganas con este jueguito del gato y el ratón. Todo podría ser tan simple si fueras honesta. No te escribo a diario porque tú misma me lo pediste, una vez me dijiste que yo no era alguien importante para que te conectaras a hablarme todos los días, que no tenias ninguna obligación. Mientras que yo solo quería saber de ti, siempre quiero saber de ti...tu misma me cohíbes. Aunque no lo creas me importas mucho, me interesa todo lo que te ocurra, ya sea que yo no te importe para nada ya que varias veces me lo has dado a entender. No te imaginas el gran daño que me estas causando. En la mayoría de tus reflexiones hablas sobre que te lastimaron, pues cambiaste de rol, ahora eres tú quien lástima, no sé si serás consciente pero me estas matando con tu actitud, con tu indiferencia pero no te preocupes, ya he muerto antes y no será la primera vez, he aprendido que morir te hace valorar más la vida aunque duela y te haga trizas. (Enviado : Venezuela 8pm- España 2am, leído 2am) .

No sé qué me pasó...me invadió mis inseguridades, sentí que mi zona de confort se estaba desmoronando, ella parecía sincera, me dolieron sus palabras, la estaba lastimando con mi actitud pero ella tenía a su pareja, yo no podía ignorar eso y tapar el sol con un dedo, tenía varios años de casada, estaba en una relación estable. Lo nuestro era imposible, no podía imaginar que ella fuese capaz de abandonar todo por mi, me acobardé...sentí miedo, mi corazón se agitó más; la amaba tanto, pero tenía mucho miedo.

En ese momento mi miedo era más fuerte que mi amor, no me quise arriesgar y le dije que yo no tenía ninguna obligación de conectarme y de comunicarme con la gente si no me sentía cómoda, que ella se estaba creando unas expectativas de algo que no era real, que se ilusionó sola, que siempre fui clara con mis sentimientos, que sólo la veía como una colega de escritura.

Ella me envió otro mensaje diciéndome que la había decepcionado que si yo era una persona madura no debería de actuar así, eso me dolió, quería rectificarme, quería decirle lo que realmente sentía por ella, pero no había vuelta hacia atrás, continué con mi careta ocultando mis sentimientos, y le dije otra vez que todo era fruto de su imaginación que se estaba imaginando una enorme bola de nieve que no llegaba ni a copo, que se estaba montando una película en donde no había nada, que yo no tenía porque conectarme hablando y desperdiciando mi tiempo para dejar a un lado a mis amigos reales y mis oportunidades de la vida, que yo estaba cansada de las exigencias sin sentido de las personas y que era mejor cortar todo hasta allí... lo rematé diciéndole que nunca debimos hablar tan a diario que eso llevó a muchos malos entendidos.

Apagué mi teléfono, y caí sin fuerzas encima de la cama. Mi maldita actitud me rompió y la rompí a ella. Lloré desconsoladamente, me destruí...me hundí en la tristeza, por eso nunca quise relacionarme con nadie, odiaba sentirme tan destruida. Mi vida era un caos y me tenía liada.

Pasaron los días, estuve caminando sin ganas, trabajando sin sentido, casi no hablaba con mi familia y tenía rato que no sonreía, mi madre se dio cuenta de mi estado emocional, creo que no soportó más verme tan decaída hasta que un día se me acercó y me preguntó directamente:

-¡Hija! ¿Qué tienes, cuéntame? -Ella me miró a los ojos, esperando una respuesta sincera.

-No tengo ningún problema. Estoy bien. ¿Y mi padre dónde se encuentra?-No me sentí preparada para hablar de mis sentimientos, por eso cambié de tema.

-Salió desde temprano hacia el hotel...allá te estará esperando.

-Vale...iré enseguida -me alejé de su presencia, a lo que me dijo:

-¿No te vas a cambiar? No deberías ir vestida así. ¡Ponte guapa! De pronto hoy conozcas a un hombre soltero que te pueda alegrar la vida. -me dijo arqueando la ceja y sonriéndome.

-No lo creo madre...no creo que alguien me llegue alegrar la vida. -le respondí con un tono melancólico.

-¿Cómo puedes decir eso? Eres muy joven y bonita, cualquier hombre se moriría por estar contigo.

-No quiero a cualquier hombre.. Quiero a alguien en especial -Volteé mi rostro para que no viera mi tristeza.

-Aaah...vale...ya entiendo. Mi pequeña está enamorada -Ella se me acercó y me abrazó, luego se separó de mi y me dijo mirándome a los ojos -:¿Dime quién es el afortunado? Lo quiero conocer ya...tu padre estará muy feliz, al fin tendremos nietos, crecerá nuestra familia. Espero que sea un buen hombre, no queremos decepcionar a tu padre.

-No te preocupes, eso no pasará, no lo decepcionaré porque no tendré nada con esa persona...es un amor imposible. -le dije con cierta ironía, porqué pareciera que a ella solo le importara la sociedad.

-¿Porqué lo dices hija? Mientras haya vida todo es posible. No me gusta verte tan triste, ya tienes varios días así.

-Esa persona está casada...-Mientras dije eso se me resbalaron unas lágrimas traicioneras, no las pude contener. Mi madre me abrazó fuerte .

-¡Lo siento hija! Me duele verte así...tienes razón, lo mejor es que te alejes y te olvides de ese hombre de lo contrario solo te lastimaras.

Ella limpió mis lágrimas con sus dedos mientras me daba un beso en la frente:

-¡Ve y enjuaga tu rostro! que tu padre te espera, allá te distraerás trabajando, antes que estés aquí encerrada y deprimida pensando en ese hombre. El trabajo te hará bien...Vale.

-Gracias...eres la mejor.

Hice lo que me dijo mi madre, me bañé para refrescarme y cuando salí de la ducha a vestirme recibí un mensaje de Carolina:

-¡Hola! ¿Dime si sigues enojada conmigo? -Me quedé mirando ese mensaje por unos segundos, mi corazón latió muy rápido. Al darse cuenta que yo estaba en línea me escribió otra vez
-: Yo te pienso todos los días, no puedo sacarte de mi mente aunque digas lo contrario, yo siento que me amas tanto como yo a ti...
¡Admítelo, no seas tan cobarde!

Sus palabras removieron todas mis emociones, tenía unas inmensas ganas de decirle de una vez que sí la amo con todo mi ser, de aceptar mis sentimientos, que la quiero, que la deseo y que quiero estar con ella por el resto de mi vida, pero me acordé otra vez que estaba casada y lloré con rabia por nuestra situación, maldije mi vida, sentí una gran impotencia, otra vez sentí miedo de ser abandonada por causa de ese hombre que vivía con ella, que la conocía en todas las formas, tenía más ventajas que yo, además mi familia no aceptaría jamás a una chica como mi pareja, mi padre se la pasaba siempre buscándome un esposo, creo que jamás cruzaría en su mente el hecho de que me gustara una mujer y para colmo una mujer casada.

Para no continuar con esa tortura por nuestro amor imposible, decidí de una vez por todas bloquear su cuenta de Instagram, y luego con toda mi fuerza lancé mi celular contra la pared cayendo al suelo destrozado en varias partes al igual que mi corazón que agonizaba...

Para no continuar con esa tortura por nuestro amor imposible, decidí de una vez por todas bloquear su cuenta de Instagram, y luego con toda mi fuerza lancé mi celular contra la pared cayendo al suelo destrozado en varias partes al igual que mi cor...

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Corazón sin riendas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora