16. Conexión

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Muchas veces he sentido que le faltaba una motivación a mi vida, aunque interactuaba con varias personas en las redes sociales, en mi vida real era poco sociable, no me desenvolvía muy bien con la gente que me rodeaba, ni siquiera en el hotel, solamente lo administraba, una de las empleadas es la que daba la cara con las personas, la que interactuaba más. Por mi forma de ser mis padres se la pasaban buscándome novios, de los cuales he sabido librarme muy bien.

Desde que comencé a tratar a Carolina he sentido una fuerte conexión con ella, a nadie nunca le había dicho mis inquietudes sobre la vida, ni las cosas que pensaba. Nuestras conversaciones eran muy reconfortantes, me alegraba tanto conversar con ella, nuestras almas se acariciaban y se besaban con cada palabra que nos decíamos como si no existiera la distancia entre nosotras.

Me contó toda su vida, lo mal que le fue cuando se murió su prometido, me conmovió su situación, ella había sufrido mucho, no sé cómo fue tan valiente para seguir adelante, quería estar cerca de ella y consolarla, pero solo me conformé con escucharla, al parecer ella se sintió mejor porque me contó todo, me sentí alguien importante por la confianza que me había brindado. Luego seguimos conversando de cualquier tontería.

—¿Dime qué haces ahorita? Mientras conversamos.

—Estoy escribiendo un capítulo.

—Oye si estás escribiendo te dejo tranquila para que te sigas inspirando, creo que te estoy molestando, además quiero que te quede perfecto ese capítulo que mas adelante leeré con mucho gusto.

—No hay problema cariño, podemos seguir conversando, no me molestas en nada. —No quería dejar de hablar con ella, me gustaba mucho, no perdía la ocasión para tontearle. —Además no creo que tengas algo mejor por hacer que hablar conmigo ¿O si? Dime si estoy equivocada...ja ja ja

—Ja ja ja ...que presumida eres..si sabes muy bien que me encanta conversar contigo, puedo pasar horas en este plan. Bueno, si insistes , después no te vas a quejar por tantos mensajes que te escribo.

—Nunca me quejaría, si te lo estoy pidiendo o no es obvio. Ja ja ja. Creo que es otra la que le gusta que le rueguen.

—Ja ja ja ...si dices cosas...me haces reír.

—¿Verdad que soy como un soplo de viento que te alegra el día?

—Si...eres un hermoso soplo de viento...que me encanta.

—Ja ja ja...Gracias. También me gusta conversar contigo.

Hubo un día en que me encontraba muy animada charlando con Carolina, estaba en mi habitación escuchando música mientras escribía y conversábamos. Todo era perfecto, me sentía tan feliz, no me pude aguantar y le dije que me gustaban las chicas porque en si ya no soportaba más ocultar lo que sentía por ella pero no me atreví en decírselo directamente, solo me referí al personaje de las lecturas porqué tenía miedo de que me rechazara, sin embargo ella parecía celosa de una de las escritoras con la cual conversaba a veces, le dije que no la conocía mucho, y a ella sí. Carolina me preguntó si la consideraba a ella como a una amiga o colega, le respondí que la veía como una colega de escritura porque no estaba segura de cómo tomaría mis sentimientos, de repente ella me terminó confesando su amor, me sentí muy dichosa al escucharla, no me lo creía, le dije que eso era normal, que es algo que tenemos que sentir, que eso era parte de nuestra esencia pero después ella cambió de tema abruptamente dejándome desconcertada. No sé que le pasó, íbamos tan bien, será que ella se arrepintió porque estaba atada a un matrimonio, seguro pensó en su esposo.

Cada vez que conversábamos más me gustaba ella, todo el tiempo me decía que le gustaba como escribo, que le gustaban mis obras y eso me encantaba, me sentía alguien muy importante, ella leía todo lo que yo escribía, pero de repente un día Carolina dejó en visto mis mensajes, eso me dolió mucho ya que por la diferencia de horas yo tenía que esperar hasta el medio día para escribirle, esa espera siempre parecía una eternidad pero lo hacía con gusto para saber de ella, y tampoco me respondió, es como si no quisiera seguir con nuestra relación, o será que solo yo lo consideraba así.

Siempre fui muy intensa, impulsiva y sensible, me alteraba muy rápido más si algo me interesaba bastante, eso se volvía como una obsesión para mí por eso nunca quise apegarme a nadie, no quería sufrir por mi forma de sentir.

Me sentí defraudada por no recibir alguna respuesta ese día o porqué ella había dejado en visto mis mensajes.

Cuando me alteraba, me sentía triste o mal, me encerraba sola, no quería confrontar a nadie para no explotar delante de los demás, también me desconectaba de las redes sociales. Esa era la única forma que tenía para calmarme y volver a ser yo misma nuevamente.

Me deprimió bastante no recibir ningún mensaje suyo y que dejara en visto los míos, por eso decidí apartarme para no seguir lastimándome, pero ella me respondió en horas de la tarde, ya era casi de noche, sentí mucho enojo, no le presté atención a su explicación, le dije que me encontraba muy ocupada, que tenía una cita con una editorial, no sé cómo creyó que yo tendría una cita de entrevista de noche, realmente eso no era cierto. Si envié mis obras a una editorial pero eso fue en línea, no tenía necesidad de salir y es cierto que me rechazaron las obras pero me dolía más que ella no me escribiera.

Carolina, me escribió al día siguiente preguntándome si yo la estaba evitando, me exigió que le dijera la verdad para no molestarme mas. Yo no podía creer cómo esa mujer me conocía tanto en tan poco tiempo, pero fui muy cortante con ella, le dije que yo era así, que era mi forma de ser, que no era por causa de ella, y que necesitaba desconectarme por unos días, no me respondió ese mensaje tampoco me escribió al día siguiente.

Estaba tan liada con mis sentimientos, quería disculparme con ella por mi actitud tan infantil y le escribí nuevamente, pero esa disculpa no me salió como debía, más lo embarré porque le envié un mensaje donde le dije que yo no tenía ninguna obligación en conectarme menos para perder tiempo en las redes sociales.

Pasé otro día sin recibir un mensaje de su parte, supongo que estaba molesta conmigo por lo que le dije, cualquiera lo estaría si le dijeran algo así. En horas de la tarde me sorprendió un mensaje suyo.

—¡Hola! No estoy molesta contigo. Tienes mucha razón. No tienes ningún compromiso para conectarte todo el tiempo. Espero te encuentres mejor. Me escribes cuando te sientas bien.

Esta chica me tenía tan sorprendida con su actitud, me gustaba tanto como era, fue capaz de dar a torcer su brazo para que no rompiéramos nuestra relación; una relación que no tenía nombre, ni pies ni cabeza.

Dejé pasar un par de días sin conectarme, me sentía más calmada conmigo misma, revisé mi teléfono y en mi cuenta de Instagram encontré un dibujo espectacular hecho a mano de uno de mis personajes favoritos de los fics, tenía un mensaje y una dedicatoria:

"Nunca dejes de brillar"

para: letrasdelalma

De: Carolina

Mi corazón dio un salto de emoción al leer eso, me alegré tanto, sentí como si ella me quisiera de verdad y le escribí muy emocionada, me encontraba más animada por ese dibujo, quería reiniciar todo nuevamente porque ella me gustaba mucho. Platicamos un rato, pareciera que todo había vuelto a la normalidad, aunque no era igual que antes, había cierta tensión entre ambas...

 

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Corazón sin riendas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora