II

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—... ¿que hiciste qué?—

La chica finalmente se levantó, dejando que Ekko se parara.

—Ya... No importa... Fue un accidente.—suspiró pesadamente—. Lo que importa aquí... Es que yo nunca te abandonaría, vine aquí apenas volví... Para verte.—alzó las cejas—. No pensé que me darías con un fierro en la nuca.—

—Ibas con esa piltilla, pensé que-

—Libera a Cait y a Vi, no son peligrosas y lo sabes.—

—Pff ¿ahora das órdenes?—

—Siempre has obedecido sin rechistar.—Ekko dejó escapar una risa.

—Lo que digas.—

—"¡mira estos colores, MJ!" "¿te gustan o consigo otros? Tú dime, traeré lo que quieras."—

—Yo no hablaba así.—Ekko sonrió, cediendo un poco más.

—Oh, sí lo hacías.—MJ bajó la mirada—. Venías con esa sonrisa tan linda y tus dientitos separados.—

—Oye, deja mis dientes.—Ekko miró extrañado como la chica no reía.

—... Extrañé mucho esa cara de tonto que traes ¿sabes?—

Ekko sintió su rostro arder ante aquello, por lo que rápidamente lo disimuló con un carraspeo nervioso.

—Como sea, hablaré con Vi ahora... ¿saben lo de Jinx?—

—¿que es su hermana loca? Sí... No pensé que la "linda Powder" que tanto te gustaba iba a ser tan... peculiar.—

—No me gustaba...—

—Ya, ve por Vi... Y no olvides a Cait.—

MJ miró vagamente como Ekko salía del cuarto un segundo y volvía a entrar, parándose a escasos metros de ella.

—Ya las traerán... Por cierto ¿qué le pasó a tu pelo?—

—¿qué le pasó al tuyo?—la chica enarcó una ceja—. ¿usas la grasa del basurero como gel?—

Ekko sonrió, pues le alegraba saber que la chica aún conservaba ese lado tan pesadamente ocurrente.

—Eres igual de molesta.—

—Gracias.—sonrió.

Ese absurdo momento fue interrumpido cuando aquel hombre murciélago trajo a Vi, quien no tardó en abrazar a Ekko.

~•~

—Bueno, están las tres al fin...—Ekko se cruzó de brazos, mirando a las mujeres frente a él—. ¿quieren decirme qué diablos está pasando?—

—Primero.—MJ alzó la mano—. ¿podemos salir a ver el sol? Sabes que me duele la cabeza si paso mucho tiempo en la oscuridad.—

—Estamos en los carriles, enana.—Vi la miró—. Aquí no llega mucho sol que digamos.—

—... Síganme.—

Ekko se encaminó al final del pasillo, donde aquella extraña puerta redonda cubría el camino. Con algo de esfuerzo, logró moverla y le dio paso a las chicas.

—No puede ser...—

MJ cruzó el umbral apurada, por lo que tuvo que cubrir sus ojos por un segundo debido al repentino choque de sol.
Miró maravillada aquel paisaje, deteniéndose en el enorme árbol.

—Éste es...—

—El que encontramos aquella vez, sí.—Ekko se puso a su par—. ¿qué te parece?—

~° Ecos del pasado (Ekko, Arcane)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora