Cuando MJ despertó, ni Ekko ni Viktor estaban allí.
Supuso que el científico volvió al laboratorio y el inventor a los carriles, así que no se preocupó demasiado.
—Debería ver que pasó con Cait y Vi... De seguro están en su casa.—
La chica se dio un buen baño y se alistó, saliendo de su casa rumbo a la mansión de los Kiramman.
—No están aquí, niña. Salieron hace un rato.—
La concejal recibió a MJ, y por su rostro, no se veía muy tranquila.
—¿significa que ayudarán a Zaun?—
—"Zaun"... Es un nombre peculiar.—
—Es lindo, suena misterioso.—la mujer sonrió.
—De todos modos, me da gusto ver que estás de vuelta en la ciudad.—
—Pues si estoy aquí es porque usted apoyó el pedido de Jayce... Gracias por eso.—
—No fue tu culpa, lo mínimo que podía hacer era esto.—MJ le sonrió.
—¿sabe dónde puedo encontrar a las chicas o a Jayce?—
~•~
—... ¿irás vestida así?—
—¿así cómo?—
—Como si te hubieses revolcado por todo el lodo posible.—
MJ miró decepcionada a Vi, quien olía su chaqueta con mueca de asco.
—Lavaré eso por ti... Dudo que me des tus pantalones.—
—Nop, eso no.—
Las tres chicas se encontraban en la plaza principal, haciendo algo de tiempo para la asamblea de la noche.
—Llevaré esto a la tintorería, arreglaré las roturas y quedará como nueva.—Vi la miró con curiosidad.
—... Ahora que estamos más tranquilas... ¿podrías decirme cómo conociste a Ekko?—
Para la pelirrosa no pasó desapercibida la pequeña sonrisa de la chica al mencionar a su amigo.
—Papá me enseñaba a usar un arco en mis tiempos libres y a mamá no le gustaba... Así que lo arrojó a la basura mientras visitaba a Heim y Viktor. Apenas me enteré lo seguí con un rastreador hasta los carriles y ahí encontré a Ekko... Nos llevamos bien de inmediato.—
—... ¿cómo estaba él en ese entonces?—MJ frunció el ceño.
—Pues... solo.—
—Diablos... No la habrá pasado muy bien.—
—Solíamos vernos todas las tardes, le llevaba comida y una que otra cosa... Él decía que estaba bien.—suspiró—. Quise traerlo conmigo... Pero dijo que no pertenecía a Piltóver.—
—Tan terco...—
—Era frustrante ver que alguien tan especial no quería venir aquí y tener una oportunidad... Pero ya vimos lo que logró... Es asombroso.—
—... ¿y cuándo te enamoraste de él específicamente? ¿o es algo de ahora?—
—¡cállate!—MJ golpeó el hombro de la chica, quien ni se inmutó—. Me voy, te alcanzaré la chaqueta más tarde.—
El par de chicas miró divertida como la bicolor se marchaba avergonzada.
~•~
—Puede quedarse, si lo desea.—
Ekko miraba con una sonrisa de lado como Heim jugaba con unos niños.
