~° Ecos del pasado (Ekko, Arcane)

VIII

—¡no te rías!—

—¡pareces un pingüino!—

Un pequeño Ekko se carcajeaba con ganas al ver a su amiga con aquel ridículo traje de gala.

—Esto es un asco.—MJ se sacó el bronche que decoraba su cabello y lo lanzó al suelo molesta—. Odio vestirme así, odio que me obliguen a hacerlo.—

—¿tus papás quieren que seas un pingüino?—Ekko levantó aquel broche del suelo, observándolo con curiosidad. Era lindo.

—Mi mamá insiste en que debemos dar una buena imagen... Es como si olvidara de dónde venimos realmente.—

—¿qué?—la chica negó.

—No importa, como sea... ¿cómo va la patineta?—

—¡Excelente! Trabajo en los propulsores. Mira esto.—

MJ miró con algo de desconfianza como los artefactos vibraban violentamente cuando Ekko los encendió.

—¿y si explota, cabeza de algodón?—

—Oh... Pues moriremos juntos entonces.—ella sonrió—. ¿las probamos y vemos quién se cae primero? Con algo de suerte este horrible traje se llenará de grasa y lodo.—

~•~

—¿qué hacen aquí?—

Ekko bajó de su nube al escuchar la molesta voz de la señora Kiramman, quien lo miró de mala gana.

—Es amigo de la joven María y queremos saber cómo está.—Heim se interpuso ante Ekko, intentando protegerlo de la agresiva bienvenida—. Estuve con él todo este tiempo, así que doy fe de que no tuvo nada que ver.—

—Lo sé, fue Jinx... Esa joven que fabricó las bombas.—la mujer bajó la mirada a su brazo roto—. El proyectil tenía los mismos dibujos que las bombas.—

Ekko cerró los puños con fuerzas.
No podía creer lo mal que las cosas habían terminado.

—MJ esta grave, Heimerdinger. Su corazón se detuvo anoche, pero lograron restablecer su pulso... no ha despertado en ningún momento desde entonces.—

—¿puedo verla?—la mujer miró a Ekko, notando la desesperación en su rostro.

—Nadie puede verla, no hasta que muestre mejorías.—suspiró—. No te preocupes, nuestros mejores médicos se están encargando de los heridos. Solo resta esperar.—

El chico asintió vagamente antes de darse la vuelta y comenzar a alejarse.

"No dudes en dar el último golpe, porque entonces alguien morirá"

¿podría haber evitado esto?

La sola idea de que todo esto no habría pasado si él hubiese detenido a Jinx lo estaba matando.

~•~

—¿cómo está?—

—Muy grave.—

Ekko miró molesto a Vi, quien caminaba de un lado al otro en el taller.

—No te preocupes, ella estará-

—¡tú debías hacerte cargo de Jinx!—Ekko señaló molesto a la pelirrosa—. Dijiste que podías hacerla cambiar... Que todo estaría bien... Pues no lo está.—

Vi frunció el ceño molesta, indignada por aquella acusación.

—No hagas esto, Ekko... No quiero pelear ahora.—