—¿no haremos nada? Están siendo demasiado agresivos, aún más si es cerca de la frontera.—
—MJ lo solucionará, estamos arreglando las cosas con el consejo ahora.—
El zaunita de rasgos animales miró a Ekko decepcionado.
Sentía que se estaba desviando de la causa.
—¿dejarás que tu gente muera por culpa de una piltilla?—
Aquel comentrario desagradable hizo que Ekko se molestara por primera vez con su amigo.
—No sé qué cosas están cruzando por tu mente ahora, amigo... Pero estoy intentando conseguir la paz aquí. Ya no volveremos a meternos con Piltóver.—
El murciélago miró una última vez a Ekko antes de comenzar a alejarse.
—Cambiaste, Ekko... Por culpa de esa invasora.—
¿cambiar?
Esa palabra se quedó dando vueltas en la mente del chico el resto de la tarde.
~•~
Mientras Ekko se ponía al día con la rebelión, MJ adelantó lo más que pudo su investigación con Viktor. Tenían buenos resultados.
—Ya puedes irte, Mary. Yo seguiré desde aquí.—Viktor le arrebató el cuaderno que traía en mano—. Deberías ir a organizar tu cita, ya casi son las 8.—
MJ miró el reloj en la pared, espantándose al ver que había pasado tanto tiempo y no se había percatado.
—La tarde pasó volando... ¿Seguro que podrás solo?—
—Sí, puedo arreglármelas sin la gran Mary Dawn.—la chica sonrió antes de acercarse al hombre y dejar un fugaz beso en su mejilla.
—No te desveles y no te sobreesfuerces.—
—Sí, mamá.—
~•~
Cuando la chica escuchó el timbre de la casa sonar, fue corriendo a abrir, abrazando sin duda al peliblanco ahí parado.
—Oye, detecto mucha emoción por aquí.—Ekko sonrió, rodeando su cintura y correspondiendo el abrazo.
—¡es mi primer cita, estoy emocionada!—la chica se separó un poco, sonriendo ansiosa.
—Pues también es la mía, así que ¿qué te parece si empezamos?—
MJ le contó al chico todo lo que tenía planeado, pero principalmente, le informó sobre las noticias más recientes.
—¿una cena con líderes?—
La chica puso llave a la casa y se acercó a Ekko, quien le ofreció su brazo.
—Sí, Jayce lo informó hoy.—MJ se aferró sonriente al brazo del chico—. Quiere reunirse con los referentes de Zaun y para eso necesitamos tu ayuda.—
—... ¿quieres que recomiende gente?—
—Sip, tres o cuatro personas en las que tú tengas confianza. Tiene que ser gente que de verdad quiera que Zaun tenga paz y prosperidad... Todo lo contrario a Silco.—
—Bueno... Tengo algunas ideas.—
—Pues perfecto, debes convencerlos de asistir a la cena. Será el próximo sábado... Y tú y yo también iremos.—
Ekko se detuvo al escuchar aquello.
—¿por qué yo?—
—¿por qué no? Eres líder de los Firelights, mucha gente te seguirá si tú confías en Piltóver.—
