~° Ecos del pasado (Ekko, Arcane)

IV

La chica no dejó que Ekko hablara, alejándose sin más del lugar.

La había herido.

El zaunita suspiró frustrado, para luego intentar ponerse de pie.

—¿necesitas ayuda con eso, jovencito?—

~•~

—Oh, así que tú eras el niño del que María siempre hablaba.—

—La M es de María... Lo suponía.—

—Su madre también se llamaba así... ¿sabías que era oriunda de los suburbios? Recibió una beca en la universidad de Piltóver y se mudó allí.—

Ekko no sabía si preguntar aquello o no, pero no fue necesario, pues el ex consejero notó su curiosidad.

—Su padre era un vigilamte... Consumía Brillo.—suspiró—. Creíamos que se estaba recuperando pero no fue así, y entonces ocurrió la desgracia.—

—¿las atacó?—Heim asintió.

—Y María lo mató con su arco.—

—Fue en defensa propia entonces.—

—En Piltóver un asesinato es un asesinato.—

—Era solo una niña...—

—Lo sé.—

—Vaya... y después dicen que los del distrito suburbano somos los malos.—

Para cuando Ekko y el profesor llegaron al refugio, MJ ya estaba allí.

—¿Heim?—la chica miró sorprendida al pequeño eterno, quien la saludó con la manito.

—Hola, jovencita ¿cómo estás?—

La chica sonrió emocionada, pero entonces notó a Ekko junto a él.

—Oh, recogió a un idiota en el camino.—

—Porque ALGUIEN me dejó abandonado.—

—Ya ya. No peleen.—Heim calmó los ánimos al ver que ambos estaban molestos.

—Como sea, solo vine a ver si Vi o Cait estaban aquí... Y no lo están. Así que me largo.—

—¿irte? Pero si dijiste que-

—Me iré, los Vigilantes de seguro reforzarán la seguridad y no podré salir después... seré de más ayuda en Piltóver. Pero qué sabré yo ¿no?—

—Lamento lo que dije antes, M... No lo sabía.—

—... ya pasó.—se encaminó a la salida—. De todas formas volveré a casa, tengo que hablar con Jayce y ver si me topo con Viktor.—

—Niña... No sabes lo de Viktor ¿verdad?—

Con solo ver la mirada del profesor, la chica supo que algo andaba mal.

—¡MJ!—

Ekko miró preocupado como la bicolor se largaba del lugar en un segundo.

—No la sigas.—Heim detuvo al chico apenas intentó salir detrás de ella.

—Pero-

—Viktor es importante para ella... Déjala sola de momento.—

A pesar de que comprendía en parte lo que le decía, Ekko se sintió nervioso.

—¿ella... lo quiere mucho?—

Heim miró a Ekko, riendo momentos después.

—No de esa forma que imaginas, jovencito... O quiero creer que no es así.—