~° Ecos del pasado (Ekko, Arcane)

III

—Entonces... ¿dónde estuviste todo este tiempo?—

—En Demacia.—

—No sé dónde es.—

—Esta tan lejos que dudo que alguien sepa realmente dónde es...—

Ekko y MJ se mantenían algunos pasos adelante de las otras chicas, mirando con atención por algún cambio en el paisaje.

—¿te trataron bien?—la chica sonrió.

—Al principio no, era una extrajera y Demacia es muy conservador en ese aspecto... Pero fue Heim quien pidió que me acogieran, asi que no me negaron.—

—¿Heimerdinger?—

—Sip.—Ekko la miró con curiosidad.

—Por cómo vestías y las cosas que me obsequiabas siempre sospeché que eras alguien importante... ¿pero tanto como para que alguien del consejo te cubriera?—

—Mi madre fue su aprendiz, y yo estaba encaminada a serlo también.—MJ acomodó el arco en su espalda.

—... ¿qué pasó ese día, M?—la chica se detuvo.

Estaba por decir algo, cuando notó que Vi se había quedado atrás.

—No puedo dejarla de nuevo.—

Ahí estaba otra vez...

MJ suspiró antes de caminar hasta su amiga.

—Ella no volverá, Vi... Esta rota, y si sigues insistiendo, solo lo empeorarás... Créeme.—

—No, debo intentarlo.—

La bicolor asintió vagamente antes de presionar su hombro con firmeza.

—Como quieras... Solo no mueras.—

Mientras Cait se despedía abrazando a Vi con un cariño algo "interesante", Ekko apartó la mirada, haciendo que MJ sonriera.

—¿te da penita ver a dos enamoradas abrazándose?—

—Cállate...—

Tras una rápida despedida, los tres siguieron su camino.

—¿segura de que debemos ir ahora? Es algo tarde, no hay nadie en el consejo a esta hora.—

—Vamos por Jayce, de seguro está en el laboratorio con Viktor.—

MJ sonrió al escuchar aquel nombre.

—¿Viktor está aquí? Entonces vamos, quiero verlo.—

—¿quién es Viktor?—Ekko no pasó por alto la sonrisa en el rostro de la chica.

—Es alguien brillante, muy inteligente y siempre me ayudó con mis proyectos.—intentó disimular su sonrisa—. Es un... Buen amigo.—

—¿y por qué nunca me hablaste de él antes?—

—No tengo que contarte toda mi vida, hombrecito.—Cait rió por lo bajo ante aquello.

Ekko estaba por quejarse, cuando un enorme foco los cegó por un momento.

—¿¡qué diablos pasa!?—MJ miró a aquel vigilante, frunció el ceño.

Lo había visto aquel día... En los carriles.

—Ekko... Debemos irnos.—murmuró por lo bajo apenas el chico le mostró aquella gema al hombre.

Bam!

Un ruido sordo aturdió a la chica en ese momento, y entonces Ekko cayó.

—¡no!—

MJ descolgó su arco y apuntó al hombre.
Un escudo de energía se formó frente a ella, al mismo tiempo que aquella flecha impactaba en la sien del vigilante. Lo había matado.
En cuanto los vigilantes restantes comenzaron a dispararle, cientos de firelights cubrieron el lugar.