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Arabía.

No había podido dormir en toda la noche, los cabrones de mis hermanos traía un pedo, haciendo y desasiendo.

-Arabia- dijo mi padre tocando la puerta- ¿Estás ahí mija?.-

-Pasele pa- dije mientras me sentaba en la cama.

-Tus hermanos están que se mueren de verguenza- dijo mientras reía- te compraron flores y te hicieron el desayuno, aparte de que harán una fiesta más tarde-.

Yo solamente sonreí, no sabía cómo acercarme o al menos saludarlos después de que mis hermanos insinuaran el querer tenerme.

••••

Iba bajando las escaleras, repidiendome mentalmente que debería aver negado la oferta que me dió mi apa de venir.

-Arabia- dijo Iván haciendo que saliera de mi trance.

-Hola- mi voz sonó fría y seca, y eso se vio reflejada en la mirada que el hizo.

-Hola mi quinita- dijo Ovidio saludándote con una media sonrisa. A lo que yo solo dió un asentimiento de cabeza y me senté a su lado. -¿ Cómo dormiste?-

-Bien gracias, ¿y ustedes?- todos contestaron al mismo tiempo que estaban bien, lo que me hizo sonreír un poco.

Iván.

Mi vista está fijada en ella, en sus movimientos. ¿Cómo pude decirle tanta pendejada?. Ella estaba notablemente incómoda, y como no, si ayer nos pasamos de verga con ella, ella sintió mi mirada, pues se quedó fijamente viéndome con esos ojos azules, que tanto necesitaba que me vieran.

Por primera vez en mi vida no pude sostener su mirada.

La puerta se abrió dejando ver a Nini con 3 bolsas de marcas que nunca habíamos mirado.

-¿que rollo Nini? Y eso ¿ Es pa mi o qué?- dije tratando de agarrarlas, pero el las quito provocando una falsa indignación en mí.

-Nombre Iván, son para la Arabía- fue suficiente para que los 3 hermanos estuviéramos enfrente tratando de cubrir a Arabía, quien solo sonreía como tonta. ¿Pues que se traen estos cabrones?

-Ya llegó por quién lloraban familia- dijo Edgar entrando por la puerta -¿Pos que traen cabrones?- dijo viéndonos con el ceño fruncido.

-Pues este cabron que le trae regalos a tu hermana- dijo Ovidio mientras hacía puchero.

-A la verga,  pero si Gisel y Grisel ya hasta están casadas ¿Qué no?- dijo notablemente confundido.

- A ellas no wey, a la Arabía- fue suficiente para que una sonrisa se formará en su rostro.

-¿Dónde está mi chula?-

-Hola- dijo ella arriba de una silla, por qué sí, también saco lo chaparra de mi apa, aunque, no conozca a su mamá, nadie lo hace, no tiene nada de nosotros, más que las mínimas facciones, o los genes Guzmán fallaron, o le hicieron el chivo a mi apa.

Edgar corrió a ella, mientras le daba besos en la frente y ella solo se reía, nunca la habíamos escuchado reír así que era sorprendente eso.

Ella miro a Nini y miro las bolsas.

-¿Que es esto Néstor?- dijo ella notablemente confundida, haciendo que los ahora 4 hermanos nos pusieramos detrás de ella.

-Lucio me dijo que te gustaban los suéteres bordados, y pase por una nueva tienda, así que las compré para tí- dijo dándole las bolsas.

-Gracias gracias Néstor- dijo ella mientras le abrazaba y le daba besos en las mejillas, haciendo que el cabron se sonrojara y que nosotros tensaramos la mandíbula.- Lo usaré hoy en la fiesta- dijo para luego irse.

ResilienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora