Resiliente

0.4

15 minutos antes.

Vicente.

En mi vista tenía a esa mujer de falda abajo de la rodilla y de sueltes con una coleta, a mi alrededor se encontraban mis hermanos y los de ella.

-¿Nadie le dijo como vestirse o qué?- dijo Luz, la mujer que Serafín tenía en sus piernas.

-¿Hay algún problema en como se vista?- dijo Iván tomando de su cerveza.

-La verdad es que a mi me gustan mucho los oufis de la quinita-  dijo Ovidio mientras la veía.

-¿Pueden creer que nunca la habíamos visto?- dijo Alfredo llamando la atención de todos. -quizas por eso es diferente-

Diferente esa palabra resonaba en mi mente, si que era una mujer diferente, en estos momentos está bailando con Néstor, riendo, sin importarle que cada mujer aquí está hablando de ella, sin importarle llegó a la fiesta con tenis blancos y muy poca maquillada, sí, ella era diferente al resto aquí, sin querer llamaba la atención de cada hombre.

-No mames, ¿Esa es la Gaby?- pregunto Iván mientras se paraba de pie, acción que fue imitada por sus hermanos.

-Vas enfierrada pa con la quina y el Nini- dijo Ovidio

Gaby empezó a gritarle cosas a Arabía mientras ella solo la miraba fijamente, aunque ella no haya estado con los Guzmán hasta ayer en la tarde, tenían la misma mirada imponente, aunque la de ella, era aún más, y esa mirada solo la había visto en alguien contrario al cartel.

Todos reacciona cuando 3 detonaciones se escucharon, corri hacia donde estaba ella y la tome de la cintura antes de que callera por completo al piso, ella me miró fijamente, luego cerró sus ojos.

-Ey plebe, despierte pues- dije desesperado mientras me desenfundada el arma imitando la acción de los Guzmán y mis hermanos, para luego dispararme a Gabriela.

-Ivan, Arabía no despierta- dijo Edgar mientras le tomaba el pulso- ¡Tiene pulso!- dijo sin soltar su mano.

-¡Quino!- dijo mi padrino llegando- ¿Que le pasó a tu hermana?- decía con un semblante serio, mientras trataba de acercarse a ella.

Iván le resumió todo, y en este momento estamos en la sala esperando que el doctor termine su intervención, no podíamos moverla, además estando en la sierra todo resulta ser más difícil.

Nemesio Oseguera.

Miraba la foto de mi esposa con su abultado vientre, mi hijo y yo abrazándolos. Mi vista se fijó en su vientre, dónde tenía a mi hija. 20 años habían pasado y su búsqueda seguía, Rubén y yo supimos quienes habían Sido, y quiénes se habían vendido.

-Apa ya llegué- dijo Rubén mientras me daba una palmada y se paraba a mi lado.- ¿Cómo será su carita, apa?-dijo viendo la foto de recién nacida que teníamos en la sala, era el cuadro más grande que se encontraba.

-A de estar bien chula la condenada-

No supe en qué momento las lágrimas de Rubén y las mías caían por nuestras mejillas.

Hoy era el cumpleaños de Marla, por lo que iríamos a su tumba a llevarle flores.

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-¡Ay mi Marlita!- dije mientras me sentaba encima de su Lápida -Hace 20 años te lo dije, hace 3 días te lo dije, fuiste buena, demasiado buena para este mundo, he querido tanto vengarte- dije sollozando- pero se que te dolería que matará a tu hermano- dije acariciando las letras con diamantes incrustados, detallando su nombre, Marla Joaquína Guzmán De la O.-  Me haces tanta falta, te extraño como desde la primer noche que estuve sin ti, y te amo atravez del tiempo eterno- dije, para luego llorar, como lo hacía das que venía.-Te amamos mi amor.