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Capítulo 27 Rescate (Parte 1)

-Jimin, escúchame- pidió Jungkook en un intento por calmar al menor, mismo que no paraba de temblar mientras sostenía el arma que, años atrás, el Alfa le había obsequiado.

-Aléjate de mí, Jeon- pidió en un sollozo el Omega, sintiendo cómo, a cada instante, con cada inhalación que daba, toda la sala comenzaba a tornarse opaca, girando su mundo de forma lenta mientras el oxígeno iba disminuyendo en sus pulmones, obligándole a respirar de forma más agitada- Ya no te acerques más...

-Minie, no te encuentras bien...- habló de forma temblorosa el Alfa, intentando dar un par de pasos hacia el menor- Déjame ayudarte...

-¡Te dijo que te alejaras!

El grito, seguido de un inconfundible disparo, logró hacer que toda alma dentro de aquel lobby se quedara estático, observando como Taehyung seguía manteniendo su arma arriba de forma inestable, mientras que el abrigo de Jungkook, se abría ligeramente de la parte superior del brazo, ante su contacto con la bala que se había enterrado en la pared detrás de él.

-Hazte para atrás, Jungkook. Si no quieres que la próxima bala se incruste en tu cabeza- gruñó el peli-azul, quien realmente no parecía estar mejor que Jimin.

-Tae... no hagas una tontearía- se escuchó decir en una voz seria y ligeramente fría, logrando que la mirada sutilmente azulada del Omega, regresara al par de Alfas que le miraban con severidad, donde Hope ya se había aproximado un par de pasos hacia él- Dame eso, Tae

-No eres nadie para decirme qué puedo y qué no puedo hacer...- siseó el Omega, redireccionando su arma hacia el pelinegro- Ya no...

-Soy tu Alfa

-Eso no te importó cuando nos mintieron de esa forma...- susurró con voz entrecortada, sintiendo su mano titubear al estar tan cerca del cuerpo del mayor- Sabían que Jin es como un hermano... que él nos protegió cuando nadie más lo hacía... Seokjin fue nuestro apoyo en los momentos más jodidamente horrible, él creyó en ustedes a ciegas y lo traicionaron así... ¡Nos traicionaron a todos!

-¡Nunca los hemos traicionado, Tae!

-¡Entonces ¿por qué ocultaron lo de Gao?!, ¿Por qué dejarnos fuera cuando según ustedes iban detrás de él?- cuestionó con desesperación el menor, sintiendo las lágrimas bajar por sus mejillas mientras recordaba las múltiples veces en las que los Alfas decidían hacer las cosas por su cuenta, dejando que los menores tan solo se enterasen cuando todo parecía haber terminado- ¡Ustedes crearon este imperio a nuestro lado! ¡No somo solo unas malditas piezas decorativas que admirar cuando llegan a casa!

Tras las palabras de Taehyung, los Alfas no pudieron evitar mirarlos con asombro. ¿Qué demonios le había dicho Taemin a los menores para que estuvieran así de ansiosos?, ¿Qué les había hecho?... ¿Cómo era posible que aquello llegase a escalar a esas alturas?

Viendo como su Omega se desarmaba en temblores y sollozos dolidos, Hope no pudo hacer otra cosa más que aventurarse hacia lo desconocido, acortando la distancia con el peli-azul lo suficiente, como para sentir el cañón del arma golpeaba con su pecho, subiendo su mano para acariciar sutilmente la del menor, percibiendo como esta no paraba de estremecerse.

-Tae... si realmente quieres disparar, solo hazlo- susurró el pelinegro bajo la mirada sorprendida y sumamente acuosa del peli-azul- Amor... sí sientes que te he fallado en algo... que traicioné tu confianza hasta este punto. Solo dispara. Prefiero morir por tu mano que seguir viviendo con la culpa de lastimar a mi Omega... Preferiría la muerte antes de seguir cometiendo error tras error hasta verte así, Tae...

Tras aquellas palabras y percibiendo, cómo la fuerza con la que Tae sostenía el arma, iba disminuyendo poco a poco, Hope sonrió sutilmente con cariño, comenzando a bajar el cañón sin apartar la mirada de los orbes de Tae.