Part 4

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Mistic Falls

 

Me tiro de aventón en el sillón de la casa de los Salvatore, sintiendo la piel erizada, el cuello sucio, el cuerpo lleno de polvo, y solo, en ese precioso segundo necesito solo una ducha y uno de esos vasos lleno de liquido dorado, de los que Damon bebe constantemente.

-No puedo creer que otra vez hayamos fracasado miserablemente –digo poniendo mis dos manos sobre el rostro. Siento como el sillón a mi lado, es Elena y huele horrible a Verbena- Dios Elena, realmente te rociaron en ella.

-Ni lo digas Caroline –susurra ella agotada de un día nada productivo-

Siento como Damon camina hasta la chimenea y sirve tres vasos de Wisky, con un movimiento rápido le está entregando uno a Elena, inclinándose suavemente ante ella para besarla antes de que ella de su primer trago- Iugh, está bien que estén juntos, pero no me pidan que los tolere a esta hora después de un día como hoy.

-Vamos...-dice Damon con su clásico acento mientras me da una sonrisa torcida sarcástica- no estuvo tan malo, solo un síquico se metió en nuestras cabezas haciéndonos pelear entre nosotros...

-Un día realmente positivo –Dice Stefan caminando hacia nosotros, con ambas manos en los bolsillos de su chaqueta- me clavaste una estaca que casi atraviesa mi pulmón derecho Damon...

-No seas melodramático Stefan –dice él girándose hacia su hermano- podría haber sido peor, considerando que Silas aparece por el mundo usando tu rostro

-¡Basta los dos! Están siendo infantiles –murmura Elena mientras se para de mi lado- necesitamos un mejor plan que solo ir e incitar a Silas que aparezca y nos muestre su cara.

-Te lo dije Stefan...ya sabemos que el “rey” una vez lo intentó y no lo mató porque estaba demasiado enamorado de una rubia sexy ¿no amor...?–Comenta Damon girándose hacia mí, levantando su brazo. Un segundo después está apretando el cojín que le lancé-

-Mmm hum –dice Elena, porque sabe lo que dirá Damon-

-Jamás pensé decir esto –digo yo antes de que Damon lo diga de forma sarcástica- pero necesitamos a Klaus de regreso

-Es tiempo perdido Caroline, sabes que no volverá, está en Nueva Orleans bebiendo de otras rubias sexys –comenta el novio de Elena mientras lanza una sonrisa torcida-

-¡Vamos Damon! –dice Elena levantando ambos brazos. Sé lo que quieren y me niego rotundamente. Mi corazón late demasiado fuerte y lo puedo sentir en mis oídos, todo magnificándose en niveles increíbles. No soy capaz de reencontrarme con él, no después de lo que pasó. Estoy dispuesta a todo por mis amigos, por sobrevivir a todo esto, pero ir por Klaus no es una opción.

-Podría funcionar –Siento decir a Stefan un poco más allá mientras saca trozos de madera de sus manos- si Caroline se lo pide

-Vamos vampirita, eres la única que quizás lo podría convencer, de hecho ni siquiera lo necesitamos aquí, solo a sus brujitas de la gran cuidad...

-Damon no, no haremos esto, Caroline está en un punto extraño con Klaus, además, nos costó demasiado sacarlo de aquí para regresarlo

-Solo una confesión –susurra Damon en mi oído sonriente.

-No sé cómo puedes tener animo de joderme cuando te quemé con verbena.

-Deberías solo haber lanzado un poco más –Comenta Stefan desde un punto más allá. Siento su sangre gotear en una fuente metálica y de pronto algo inesperado me sucede. Comienzo a sudar, mi oído se intensifica y puedo sentir como mis ojos se comienzan a hinchar y toda yo comienza a tener un deseo incontrolable de sangre. La necesito ahora.

-Stefan –susurro con los dientes apretados mientras comienzo a apretar mis dedos alrededor del sillón clavando mis uñas. No sentía un deseo tan fuerte desde que me convertí en vampiro. El ansia comienza a crecer como remolinos dentro de mí, haciendo que sienta sed, hambre, y unas profundas ganas de beber de él. Siento el goteo, en mis oídos, como un palpitar fuerte. Mis músculos del abdomen se tensan, más y más. Cierro los ojos, aprieto los puños y no aguanto más. De pronto, en una milésima de segundos estoy ahorcando a Stefan contra la pared, deseando morderlo. Un segundo más tarde Damon me está sosteniendo contra el suelo.

-Caroline reacciona –dice él moviendo mis hombros. Le enseño los dientes a Damon y de pronto estoy sobre él. Comienza a forcejear conmigo- ¡Caroline! –me grita y todo se detiene, el deseo, el hambre, las ganas de morderlo. Mi estomago se afloja y siento ganas de vomitar. Cierro los ojos y al abrirlos el control ha regresado, vuelvo a ser yo, la Caroline que es una vampiro vegetariana. Respiro rápido y no entiendo que fue lo que pasó. La ola de emociones comienza a subir de nuevo desde mi pecho, hasta la garganta que se aprieta como si un puño imaginario estuviese haciendo presión, mi lengua se seca y, las lagrimas comienzan a salir desde la nada, comienzo a llorar con fuerza, y no entiendo mucho el porqué, solo sé que traté de morder a Stefan, mi amigo Stefan.

family tree #wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora