Parte 21

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Desperté con un grito atascado en medio de la garganta. Abrí los ojos asustada, esperando ver la cara de mi atacante, con sus dedos incrustados en mi cuello, evitando que yo respirara, pero, no había nadie.


Sentía el cuerpo aletargado al igual que la cabeza, el pecho pesado y como si a cada uno de mis músculos necesitaran con urgencia relajarse.


Repasé una vez más con la vista la habitación, buscando signos de que alguien más estuviese ahí, pero no había nadie. Puse ambos pies en la alfombra y estiré la espalda tratando de relajarme. El deseo de sangre me atacó de pronto haciendo que mi estomago se revolviera y patalease por algo caliente que beber. Se tendría que conformar con la sangre fría y espesa del congelador. Me levante apoyando ambas manos en la cama y camine con paso arrastrado por la habitación y las escaleras.


Cuando abrí la nevera, tomé una bolsa y me senté en un taburete a servirme mi ¿almuerzo? No, eran más de las ocho, esto contaba como cena. Bebí tres bolsas y mi apetito seguía como el principio.


Observé mi estomago y estaba más que lleno ¡incluso sobresalía levemente!


Me paré decidida a ponerme un poco más activa. Necesitaba sacarme el sudor del cuerpo, la sensación de sueño, y, de pasadita, sacarme todo rastro de caricia de Klaus.


Abrí una de mis maletas que seguían en la misma posición desde que había llegado, ni tiempo de desempacar había tenido con todo el caos Klaus dando vuelta.


Saqué un pantalón de buzo grande y una polera, sería una noche floja. Rebusqué entre mis cosas un brasier y bragas limpias. En medio de todo esto, encontré un vestido azul oscuro, con unas aplicaciones muy sencillas de brillos en la parte frontal. Me maldije una y mil veces, sabía perfectamente porqué había traído ese vestido. En mi subconsciente sabía que Klaus me mostraría la cuidad, que pasaríamos unos días juntos y ¡maldito, bastardo y mal nacido hibrido! Cerré mis ojos con indignación la maleta apenas tiré del vestido y unos zapatos que harían juego.


Me dirigí a grandes zancadas directo a la ducha. Cerré con un gran estruendo la puerta y abrí la llave de agua caliente ¡Todo no podía estar más jodido!


Tiré la camiseta lejos cuando me la saqué del cuerpo. No llevaba nada más.


Me metí en la ducha y dejé que el agua tibia comenzara a relajar mis músculos y despejara mi cabeza, pero eso parecía imposible, todo volvía una y otra vez a mi cabeza, como si debajo del agua encontrara todas las respuestas que necesitaba. No tenía respuestas ni soluciones a los problemas.


No tenía a Klaus y su aquelarre de brujas.


Teníamos a Bonnie sin poderes.


Klaus iba a tener un hijo y me dolía.


Yo estaba más rara y neurótica que nunca.


Y lo peor de todo, a Silas dando vueltas.


Me puse el shampoo y masaje mi cabello dejando que cayera sobre mi espalda. Mañana me iría de regreso a Mystic Falls a primera hora, no estaba solucionando nada quedándome aquí por más tiempo, al menos allá ya sabrían que no pude hacer nada y juntos, buscaríamos alguna solución prudente como siempre.

family tree #wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora