Parte 24

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Pasé del desconcierto, al descontrol, del miedo a la pena, de la rabia al desconcierto, de nuevo. Algo así no podía estar pasando, me refiero a era imposible. La naturaleza no permitiría dos criaturas, hijos de Klaus.


Un hijo de Klaus.


Un hijo mío.


Esto no estaba sucediendo...


Por el bien de la humanidad...


-No, no puede ser -Susurré mirando a todos- estas equivocada Bonnie, tu nunca te equivocas pero esta vez sí.


-Ojala fuer así Caroline...estas embarazada de -Ella cerro los ojos y suspiró- de una criatura, más que sobrenatural...Klaus y tu produjeron algo...inexplicable para mi y para mis grimorios.


-Los vampiros no nos reproducimos...


-Sí -Contesto ella- eso es verdad, pero algo pasó, algo falló y aunque aun no te puedo decir que fue, tu vida está en riesgo con poderosas brujas detrás de ti, con un ser que te comenzará a comer por dentro... y para que hablar del padre.

Mis ojos se llenaron de lagrimas. Esto no podía estar pasando, un día estaba bien y al otro día estaba embarazada. Algo en el mundo, se había roto y todos nos habíamos vueltos locos. ¿Un hijo? ¿Yo con un hijo? Dios, solo tenía 17 años, tratando de sobrevivir en un mundo que ya era caótico con vampiros, hombres lobos, brujas, híbridos y viajeros ¿Se podía añadir algo más a mi vida?


-Están equivocados -Susurré y me paré. Mi vida colapsaba en mi cabeza, ideas se venían a la mente y no me lograba concentrar en lo que de verdad estaba pasando. Me sentía suspendida en el aire, como si el pilar fundamental de mi vida o hubiesen sacado y todo se desmoronaba.


Elena me miro con los ojos tristes.


Me paré y decidí salir lo más rápido que pudiera de la casa. Nadie me siguió, entendieron que necesitaba espacio para respirar. A velocidad vampirirca corrí hasta el bosque, mientras el corazón me latía demasiado rápido. Corrí, choqué con árboles y todo lo que se me atravesó porque no podía pensar.


Cuando la respiración estaba más que agitada y sentía que no podía con mi vida, coloqué mi mano sobre un árbol y conté hasta cien.


Esto no podía estar pasando.


¿Embarazada?

No, imposible.


Llevé una mano hasta mi estomago y agudicé el oído. No escuché nada...ni un latido, ni un movi...


Algo saltó en mí.


Acabas de conocerlo, te acaba de reconocer como su madre, se presenta ante ti y permite que escuches sus latidos...


Miré hacia todos los lados. Alguien había hablado en mi cabeza, esa no era mi voz, esa no era mi conciencia, era algo más. Me giré y observé.

family tree #wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora