Cazadores de Huesos

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El funeral fue temprano aquella mañana. Me estaba acostumbrando al aroma del cementerio. En menos de dos mes meses había ido dos veces a enterrar seres queridos. La cuenta en rojo no podía continuar, ya era suficiente de muertes para mí.

Katherine estaba devastada y no era para menos con todo aquel desastre sobre ella. Anna y yo la ayudamos con los preparativos para el funeral, pues su padre había llamado y su avión se había retrasado unas horas. Llegaría luego de la ceremonia del entierro. Jensen también había regresado a Valley City la noche anterior, minutos después que nos enteráramos de la muerte de Mary, y Rebecca aún estaba en un temblor, pensando en lo peligrosa que era aquella pequeña ciudad. No le quedaba mucho para pedirnos que regresáramos a Texas con ella y se sentía que sería nuestra mejor opción.

—Realmente siento tu perdida —ofreció sus condolencias Dylan. El chico había llevado un ramo de rosas blancas y aún las temía entre sus manos.

—Gracias —respondió la joven con los párpados hinchados de todo el llanto.

—¿Estarás bien? —preguntó él. Dylan se preocupaba por la recuperación de la muchacha quizás con más énfasis que el resto de nosotros. Los motivos, nos eran evidentes en demasía aunque para Kat aún aceptar los sentimientos del chico le era extremadamente difícil. 

Ella solo asintió y regresó su mirada al ataúd. No era nada fácil salir de algo tan traumático como la muerte de una madre, mucho menos a mano de un ser sobrenatural, y por aquellas mismas razones, durante el entierro no me aparté ni un segundo del lado su lado.

—Estaré bien luego de unos días —respondió tratando de forzar una sonrisa a los pocos minutos, como si estuviera desconectada de la realidad. El joven se quedó un poco más aliviado, pero tan pronto se dio la vuelta, ella habló, dejando escapar todo el aire retenido en sus pulmones—. No. No lo estaré.

—Ellos realmente no quieren saber cómo estamos, solo quieren una respuesta para sentirse un poco más tranquilos. Nunca estarás bien, nunca estarás llena o alegre, pero tendrás que seguir viviendo a pesar de ello y, eventualmente, con el paso de los años, lo superarás —comentó Jensen acercándose a nosotras. Era duro aceptarlo pero era la realidad a pesar que no quisiéramos lidiar con ella.

—Bien dicho —comentó una profunda voz masculina que provenía de detrás de nosotros—. No te preocupes, mi pequeña, todo va a salir bien.

Se trataba del padre de Katherine que finalmente había llegado. Debo decir que el parecido era leve, pero sin duda existía. Él era de ojos azules pero de cabello café; un hombre de unos cuarenta y tantos años, pero de una constitución fuerte y más alto incluso que Jensen.

—Me alegro que hayas podido venir —le comentó Helena a aquel hombre estrechándole la mano como si se conocieran de toda una vida.

—La situación se te estaba escapando de las manos —afirmó el hombre. ¿Sería posible que él supiera de todo el problema de los seres sobrenaturales? Me pregunté.

—¿De dónde se conocen ustedes dos? —preguntó Katherine asustada de lo que su padre pudiera saber, secundando mi interés en encontrar respuestas a la pregunta que ya me había planteado en mi mente.

—Helena ha protegido a nuestra familia durante varias generaciones. Tu tatarabuelo fue un gran amigo de James y gracias a él, su hijo pudo vivir sin riesgo de que Alexandra lo encontrara. Siempre ha cuidado de nuestra familia y en cambio, nosotros continuamos con el legado de los cazadores —explicaba.

Kat estaba más que solo asombrada. No me sorprendería en lo absoluto que ella y su padre tuvieran después una seria conversación sobre el rumbo que iban a tomar sus vidas a partir de ese momento.

El Valle De Los Lobos ✔️ [Libro 1 Saga De Los Dioses Caídos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora